A menos de dos meses para las elecciones de mayo, la JCE ha sentado las bases en torno a la cual deben regirse las actividades proselitistas de partidos y candidatos.

Estableció que la publicidad de los actos del Gobierno no podrá contener elementos que promuevan directa o indirectamente a que se ejerza el voto a favor de los candidatos del oficialismo.

También que la imagen del Presidente no podrá estar en vallas, letreros y afiches relacionados con ejecutorias o acciones del Gobierno.

Entre las regulaciones y prohibiciones el tribunal ordena a los ministros y demás funcionarios públicos a abstenerse de incluir en la publicidad de sus instituciones o en actividades la figura de cualquier candidato. Tampoco los funcionarios de los ayuntamientos deben usar las instituciones como plataforma para apoyar a ningún candidato.

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La regulación, para que nadie alegue ignorancia, incluye la prohibición de reuniones o mítines políticos frente a locales de iglesias, estaciones de bomberos o de la Cruz Roja.

En los casos de escuelas, destacamentos policiales y hospitales se prohíbe cualquier acto a menos de 200 metros. Las normas son precisas y por el fortalecimiento del sistema democrático deben respetarse.

De esa manera partidos y candidatos tienen una buena oportunidad de exhibir una apreciable demostración de civismo, tan necesaria en las siempre tensas contiendas electorales.