La vicepresidenta Kamala Harris emerge como la aspirante con mayores posibilidades de ser nominada a la candidatura presidencial del Partido Demócrata, al punto que ya dispone del respaldo del presidente Joe Biden, quien se apartó de la carrera por la reelección, la adhesión de más de un tercio de los delegados a la convención demócrata del 19 de agosto, incluida la mayoría de los “súper delegados”.

El gobernador de California, Gavien Newton, quien se mencionaba como posible candidato demócrata en sustitución de Biden, ofreció su respaldo a Harris, así como el expresidente Bill Clinton, la excandidata presidencial Hillary Clinton y las coaliciones de centro y centro izquierda del Partido Demócrata.

Ningún otro aspirante demócrata le llega tan cerca en las encuestas a Donald Trump, como la vice Kamala, cuya más reciente investigación sobre preferencias electorales la ubica a menos de tres puntos porcentuales del exmandatario y candidato republicano.

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Su escasa participación en temas relevantes de política interna o en el ámbito exterior obra contra las aspiraciones de Kamala, cuya nota más relevante como vicepresidenta está referida a su involucramiento en política migratoria, precisamente el tema de campaña de mayor relevancia de la campaña de Trump.

El principal obstáculo que confrontan los demócratas para retener el poder en Estados Unidos es el tiempo, porque solo tendrían menos de dos meses a partir del 19 de agosto para promover el candidato presidencial que surja de su convención a celebrarse en Chicago. El tiempo dirá.