La reforma letal que el presidente Luis Abinader quiere imponerle al país, desde el Gobierno parte de una engañifa para idiotas, al afirmar que lo recaudado con el aumento y la creación de nuevos impuestos será invertido en un presunto sistema de seguridad ciudadana que nadie ha escuchado mencionar, la construcción de un sistema integrado de transporte, en mejorar los servicios que ofrecen los ayuntamientos y en la recapitalización del Banco Central.
La realidad es que los 122 mil millones de pesos adicionales que esta administración cree que podría recaudar con el paquetazo fiscal que ya está en discusión en el Congreso, no serán suficientes para pagar los altos intereses que genera la deuda pública, que alcanza el 25 por ciento de los ingresos del Gobierno, y el cada vez mas alto subsidio al sistema eléctrico, que podría alcanzar a final de este año los 112 mil millones de pesos, aunque en el presupuesto solo se destinaron 92 mil millones.
Abinader ha sido catalogado como el peor administrador de la cosa pública de toda la historia, cuya gestión se ha caracterizado por el desbordamiento en el gasto, el despilfarro y el aumento alarmante de la nómina pública, la cual aumentó en el pasado cuatrienio en 120 mil millones de pesos. De modo que lo proyectado a recaudar con la reforma, coincide casi con exactitud con lo que esta gestión ha adicionado al pago de los nuevos asalariados del Gobierno, muchos de los cuales no pueden ni siquiera llamarse empleados.
Por otra parte, cualquier cosa que anuncie el presidente Abinader hay que darle el mismo valor de una guayaba podrida, ya que es rápido y veloz anunciando obras e iniciativas que nunca se concretizan, y para ejemplo están las decenas de construcciones que dijo se harían con el dinero adelantado por la empresa Aerodom por la renovación del contrato de los aeropuertos, que pese haberlo recibido a principio de este año, todavía no ha sido iniciada una sola obra de esas, y se tiene duda de que alguna vez sean comenzadas.
La reforma letal que del presidente Abinader no servirá para mejorar la calidad de vida del dominicano, no será construida ni una letrina, no hay planificado ningún sistema de seguridad ciudadana, en esa materia el gobierno ha improvisado 6 diferentes planes y ninguno ha dado resultado, y el llamado sistema integrado de transporte fue anunciado hace tres años y medios, y pese a que han tomando prestado 43 mil millones de dólares, lo único visible que esta gestión ha hecho en esa materia, es el fallido plan de semaforización del Gran Santo Domingo, para el cual fueron transferido de forma irregular mil 200 millones desde el Instituto de Aviación Civil(IDAC), y ha terminado en un escándalo mayúsculo con un expediente en la justicia.
La verdad monda y lironda, es que la reforma letal que quiere imponer a sangre y fuego Abinader, solo servirá para empobrecer mas a los dominicanos de clase media y baja, cuyas familias verán aumentado sus gastos en mas de 70 mil pesos anuales, disminuyendo así su calidad de vida, su capacidad de alimentarse y educar adecuadamente a sus hijos, para que este Gobierno siga en su alocada carrera de endeudamiento y continúe el despilfarro alegre de los fondos públicos, tal y como lo hizo en los pasados 4 años.
Por Nicolás Mateo