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Las cárceles del país

Las cárceles del país

Juan Taveras Hernández

Por: Juan Taveras Hernández
JUANTH04@hotmail.com

Las cárceles del país siguen siendo antros de corrupción en el que participan reos, familiares y autoridades, de donde es muy difícil -casi imposible- que un privado de libertad salga, tras cumplir condena, regenerado para insertarse nuevamente a la sociedad de donde fue extraído.

En las cárceles se puede encontrar armas de fuego, todo tipo de drogas, cigarrillos, bebidas alcohólicas de todas las marcas, tamaño y sabores, cuchillos, machetes, etc., etc., etc. Todo en complicidad con agentes policiales y militares, incluyendo a sus jefes, generales, coroneles, capitanes, etc., etc., etc.

En un reporte del periódico Listín Diario podemos leer: “Las autoridades penitenciarias ocuparon además un servidor, un repetidor de wifi, 96 routers, 89 cámaras de vigilancia instaladas, mismas que eran operadas y controladas por un interno, 29 switches de cámaras, informó Roberto Hernández Basilio, titular de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), al presentar un informe detallado del operativo a la magistrada Germán Brito.

Hernández Basilio e Hilda Patricia Lagombra Polanco, directora de Centros de Corrección y Rehabilitación, explicaron a la procuradora que, además, fueron incautados 508 teléfonos móviles, 107 cargadores, 96 auriculares, una laptop, dos tabletas, 9 reproductores de DVD, 35 PlayStation, 10 controles de distintos aparatos, 8 inversores y 173 bocinas.

La operación de las unidades militares, de distintos cuerpos armados del Ministerio de Defensa, así como de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), permitió ocupar 312 objetos cortopunzantes tanto de origen industrial como de fabricación artesanal.

Ocuparon 496.003 cigarrillos de una marca conocida (los cuales, además, son introducidos al país de contrabando por la frontera terrestre), dos uniformes de policía, una chamarra militar, 17 relojes, un teléfono fijo, 40 abejones para recortar, una calculadora y 720 abanicos que serán reinstalados atendiendo a una necesidad climática.

Se ocuparon 514 porciones de un vegetal verde, que se presume es marihuana, con un peso aproximado de 2,875.2 gramos y 6 porciones de un polvo blanco, presumiblemente cocaína, con un peso aproximado de 234 gramos”. ¡Increíble! ¿Cómo pudo suceder algo tan alarmante, tan inverosímil en un penal con tanta vigilancia, con tanta protección militar? Espero que la magistrada Mirian Germán actúe drásticamente contra los responsables, que no son exactamente los presos, sino quienes los permitieron, quienes lo auparon y patrocinaron.

En la cárcel del 15 de Azua, como en las de Baní, San Francisco de Macorís, Santiago, La Vega, etc., las cosas no son distintas.

El Nacional

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