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Las multas de tránsito

Las multas de tránsito

José Antonio Torres

Hace algunas semanas este fue un tema de discusión en la redacción central de este diario, tras conocerse que el diputado Tobías Crespo había propuesto elevar el monto de las multas por violaciones de tránsito.

Hubo un grito a coro de que el problema no estaba en el monto de las contravenciones; total entre la mayoría de los dominicanos no existe la cultura de pagar multas de tránsito, como tampoco lo hacen con el agua ni la electricidad.

Esto es porque aquí tenemos el método de colocar las infracciones solamente al conductor, liberando al vehículo de cualquier restricción por ese concepto.

Aunque parezca extraño, hay países donde la multa se le coloca a la placa del vehículo, ya que es un mecanismo más eficiente para cobrarla.

Fíjese que si las multas se colocan a las placas, a todos los vehículos estacionados encima de las aceras se les coloca una contravención, sin importar que el propietario este o no en el lugar. Se le dejaría la notificación en el parabrisas.

Esto es sólo un ejemplo. Ahora qué pasa si el país adopta este sistema, pues que todo el que vende o traspasa un vehículo se preocupa por hacer la transferencia en un tiempo breve.
También hay países, especialmente en Europa y creó que en Estados Unidos, donde la placa o chapa, la adquiere el ciudadano y cuando transfiere el vehículo se queda con ella, y el nuevo adquirente debe comprar la suya.

El resultado positivo de esto es que cada año cuando se renueve el marbete, la placa no debe tener multas pendientes, así como para traspasar un vehículo la placa debe estar libre de multas.

El dato de la PGR de que el 68,7 por ciento de los infractores de tránsito no paga las multas, revela que el actual mecanismo de cobro no sirve y que hay que pensar en otro que le garantice al Estado el cobro de todas las contravenciones. Al dominicano hay que darle en los bolsillos.

La eficiencia nunca tendrá que ver con el monto. El Congreso puede poner las multas a peso o un millón de pesos y con el actual sistema nadie las pagará, porque el problema es cultural.
Sobre la penalidad a los conductores será tema de otro artículo.