Opinión Articulistas

Las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito

José Antonio Torres

En República Dominicana las tarjetas de crédito comienzan a convertirse en el jugador estrella de las compras, donde de acuerdo al Banco Central hay 11 millones de plásticos (débito-crédito) en manos de la población.

Aunque el uso de las tarjetas de débito o de dinero en efectivo sigue siendo sumamente frecuente y preferido por muchos comercios, la proliferación de plásticos de crédito crece y crece.

Y en estas épocas no es casualidad que la cantidad de dinero gastado y el número de plásticos en circulación de tarjetas de crédito vayan en aumento.

Lo anterior hace sentido cuando se piensa en el estado complejo de nuestra economía y en las últimas subidas de los indicadores inflacionarios, pues, ante este escenario, los dominicanos recurren al crédito para solventar algunos pagos.

Sin embargo, no podemos olvidar que estos productos cobran los intereses corrientes, que generalmente están cerca a la usura, desde el primer día que hace el pago.

Dado que en el país hay entidades bancarias que cobran hasta el 60% de interés anual al consumo con tarjetas de crédito, el problema se agrava cuando quien ofrece un producto o servicio también te carga un 5% por la intermediación.

Economistas anticipan que la disminución en las tasas de interés pueda fomentar la reactivación del consumo y el aumento en la solicitud de créditos, sectores que evidenciaron una disminución el año pasado.

Sin ser economista me atrevo a plantear que si el Gobierno a través de la Junta Monetaria logra que la banca reduzca la tasa de interés a las tarjetas de crédito habría un incremento del consumo.
Menores tasas de interés hacen que el uso de tarjetas sea más atractivo para los consumidores.

Esto podría llevar a un aumento en las compras y, por ende, a una mayor demanda de bienes y servicios.
Al igual que tasas de interés más bajas pueden facilitar el acceso al crédito a un mayor número de personas en el sistema financiero formal, mejorando su capacidad de gasto y ahorro.