EFE.– En el día de su 38º cumpleaños, LeBron James demostró su vigencia al completar una gran actuación para liderar a Los Angeles Lakers a la victoria por 130-121 ante Atlanta Hawks.

En 39 minutos en cancha, El Rey totalizó 47 puntos -su marca más alta de la campaña-, 10 rebotes y 9 asistencias. Encestó 18 de sus 27 intentos de campo y anotó 29 de sus 47 unidades en la segunda mitad.

En su 20ª temporada, el ex Cleveland Cavaliers y Miami Heat sigue ampliando un legado que ya incluye cuatro campeonatos, cuatro premios MVP y dos medallas de oro olímpicas, entre otros galardones.

Reflexionando sobre su etapa en la NBA, el nacido en Akron se puso en la piel de su yo más joven y habló de la ambición que tenía hace dos décadas por demostrar que podía prosperar en este deporte.

“Me siento mejor de lo que me sentía a los 18 años. No sabía lo que podía llegar a ser a los 18 años, pero sabía que si seguía trabajando, si seguía siendo fiel al juego, podría convertirme en uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte”, señaló.

“Siempre lo creí. A veces, cuando estoy en la pista, vuelvo a sentirme como un niño”, continuó LeBron, quien es el tercer jugador en activo de más edad en la NBA en estos momentos, por detrás de Udonis Haslem y Andre Iguodala.

Por último, consultado sobre su futuro, James respondió: “Tengo que asegurarme de que mi mente se mantiene fresca, y mi cuerpo, lo que es más importante. Mientras mantenga mi mente fresca, mi cuerpo me seguirá”.