Era más que tiempo de iniciar la discusión de una moderna ley de alquileres, que se corresponda con la realidad y la dimensión del mercado inmobiliario.

Resulta hasta inconcebible que sobre unas operaciones de tanto crecimiento y que envuelven tan cuantiosos recursos a la fecha todavía esas actividades se rijan por un decreto que data de 1959.

Por los muchos intereses que intervienen en la operación, la discusión en tal sentido debe ser lo más amplia posible, incluso con la celebración de vistas públicas. Pero la discusión de la pieza, de la autoría del presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, no puede centrarse solo en el desalojo de inquilinos que incumplan contratos de alquiler, sino que tienen que ponderarse todos los factores alrededor del negocio.

Lee también: Compromiso Gobierno

Ha trascendido que la comisión especial de la Cámara de Diputados que estudia la pieza ha acordado un plazo de dos meses para desalojar a inquilinos morosos.

En ese sentido se ha contemplado la creación de un juzgado de paz y un fiscalizador especial. Los legisladores parecen conscientes de la importancia del proyecto, pero hay que estar a las expectativas.