Santo Domingo.- Durante años el Met Gala ha sido el evento preferido de la industria de la moda, pues es una noche en la que los diseñadores por petición de las estrellas pueden dejar volar su creatividad, claro, bajo el código de vestimenta de la edición.

Una vez más no fuimos decepcionados. Ayer, entre la elegancia, glamour y también lo estrafalario se celebró esta gran fiesta de la moda que durante años ha precedido la apertura de la exposición anual del Museo Metropolitano de Nueva York.

El tema que marcó el código de vestimenta para los famosos invitados de la organizadora de la estravagante alfombra, y editora en jefe de la edición estadounidense de la revista Vogue, Anna Wintour, fue “In America: An Antholofy of Fashion”, (En América: Una antología de la moda), un repaso por la indumentaria masculina y femenina en Norteamérica desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

“El glamour dorado” (Gilded Glamour) rigió la etiqueta, y una de las estrellas que llevó al pie de la letras este código fue Kim Kardashian. La socialité se llevó las miradas, no solo por cómo lucía, también por lo que lucía, llevó el vestido que Marilyn Monroe usó al cantarle “Feliz cumpleaños” al presidente John F. Kennedy. Para entrar en éste, Kardashian tuvo que perder 7 kilos.

El clan de las Kardashian-Jenner se las trae, y al igual que Kim, la hermana menor Kylie y la mayor Kourtney también se robaron los flashes.

En el caso de Kylie, al optar por un vestido voluminoso, que muy bien puede servir para una boda, de Off-White con una gorra con tul.

Mientras que Kourtney fue mucho más allá, en un diseño extremadamente creativo. Lució “una versión deconstruida del traje de su marido”, Travis Barker, completado con un peinado de la estilista dominicana Irinel de León.

De su lado, Vanessa Hudgens dejó casi nada a la imaginación con un vestido de Moschino totalmente transparente.

Los destapes y transparencia fueron la tendencia de la noche, y a esta se unió la actriz Dakota Johnson, quien usó un mono ajustado transparente con flecos de lentejuelas, de Gucci.

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La modelo y actriz Cara Delevingne lució un traje sastre de Christian Dior. ¿Y debajo? Pues solo unas pezoneras doradas, en un look muy atrevido.

Mientras muchas pensaron que en la moda más es lo mejor, otras optaron por la frase: “menos es más”. Emma Stone se vio hermosa y elegante en un vestido corto de Louis Vuitton, mientras que la también actriz Alexa Chung escogió un vestido crema de Christian Siriano, que las hicieron lucir regias.