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Libros y lecturas

Libros y lecturas

Libros y la covid

Los tiempos de reclusión al hogar que establece como protocolo la pandemia, plantean la necesidad de aprovechar las horas posibles en el hábito de leer en casa. Leer libros físicos o por medios digitales tan accesibles y sencillos de disfrutar.
Leer no es un habito de aprovechar el tiempo.

Leer es una necesidad vital de autoformación y superación de las concepciones, las capacidades y los talentos para lograr un mejor nivel de vida. Leer es una puerta a la elevación de la existencia individual y colectiva.

A propósito de haber recibido ayer la nueva entrega de libros editados por el Archivo General de la Nación, institución modélica que ha establecido unos patrones de gestión que deberían ser asimilados por toda la administración pública, expresado en un manejo transparente e inteligente de sus recursos para el cumplimiento de sus labores de atesoramiento del patrimonio documental nacional, de una política de manejo de recursos humanos en base a capacidades y talentos, en la creación de un espíritu de confianza al punto de que ha generado una corriente de donaciones de documentos históricos en diversos formatos, reflexionamos hoy sobre el papel de los libros y las lecturas en la extendida etapa de confinamiento generada por la emergencia nacional.

Los libros, independientemente del formato (físico o digital) están siempre en toda casa que se considere habitada por seres humanos normales, están siempre y particularmente si padres y madres exhiben una buena actitud ante la educación de sus hijos y conocen el placer indefinible, aventurero, descubiertos, aportado de sensaciones inéditas e inesperadas, que comporta el hábito de la lectura.

La producción editorial del AGN, que entrega ahora doce títulos nuevos que llegan a fortalecer el conocimiento y hasta el disfrute de la historia y sus episodios, refresca el ambiente cultura y constituye un llamado a las entidades publicas y privadas.

Esos libros, que tendrán su versión digital en la página http://agn.gob.do/, constituyen un llamado a auspiciar el libro, sobre todo a las que se han destacado en el impulso al libro.

• Nos llegan a la memoria colecciones bibliográficas como las del Banco de Reservas, lastimeramente recesada, que hasta hace unos anos y de la cual recordamos la publicación de las obras completas de José Gabriel García, la colección Bibliófilos/Banreservas y la inolvidable y necesaria Colección del Pensamiento Dominicano, que en sus siete volúmenes, resumió lo mejor de la producción dominicana en Poesía y Teatro, Cuentos, Biografías y Evocaciones, Critica de Arte, Filosofía, Historia, Novela , Derecho, Relato y Frases Dominicanas, para solo detallar una de ellas, sin mencionar la Colección de Comunicación, que se editó para honrar maestros de la comunicación y que produjo los estudios sobre la vida y obra de Rafael Molina Morillo y Radhamés Gómez Pepián.

• La nueva gestión del Banreservas, por las señales que ha dejado sentir, esta en actitud de devolverle al banco del Estado, su papel crucial en el plano de aportar títulos fundamentales a la bibliografía nacional. Tenemos la esperanza de que ese sea el camino y esa la ruta.