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Marcha patriótica

Marcha patriótica

Hugo Ysalguez

Los dominicanos han despertado de su modorra frente a los graves daños que nos causa la inmigración haitiana, integrándose con firmeza y valentía a la lucha por la soberanía nacional desde diversos grupos nacionalistas, los cuales se aprestan a marchar mañana 6 de agosto, en la primera jornada que se extenderá en todo el país hasta llegar a la frontera, movimiento patriótico que librará el último combate para liberarnos de las huestes de Haití, aunque tenga que derramar su sangre generosa para defender nuestra Patria herida por unos tres millones de intrusos, cuyos planes macabeo es adueñarse del país.

Centenares de profesionales, intelectuales, obreros y chiriperos darán un grito unísono en el Altar de la Patria, dando inicio a una nueva batalla contra las hordas haitianas. Uno de los más activos promotores, el ingeniero Francisco Osorio, explica los motivos del evento:

Desde tiempos inmemoriales, la República Dominicana ha sido receptora de una gran cantidad de ciudadanos haitianos ilegales; pero fue en el año 1996 cuando empezó lo que podríamos denominar como una invasión pacífica de nuestros vecinos a nuestro territorio, esa invasión pacífica se acentuó más en el año 2010, cuando tuvieron un terremoto y en un acto de solidaridad nuestro país les abrió la frontera.

Pero en la actualidad tenemos un gravísimo problema, y es que tenemos una sobrepoblación de haitianos ilegales en nuestro territorio, tanto así que en cualquier demarcación podemos ver, como vemos en las calles, tantos haitianos como dominicanos en la misma o mayor proporción.

El Instituto Duartiano ha convocado a una marcha patriótica para mañana, en una expresión de repudio a las pretensiones de la ONU, la OEA, EEUU, Francia y Canadá de que República Dominicana se eche en sus hombros la problemática haitiana, y específicamente el problema alimentario de esa nación.

La marcha patriótica convocada será una expresión de la impotencia y desesperación del pueblo dominicano ante el poco accionar de las autoridades de migración, que por no aplicar con carácter y responsabilidad nuestras leyes migratorias, nuestro país se ve atestado de millones de haitianos ilegales.