Por las misma razones que no se aceptó la apertura de una oficina de apoyo a @pnh_officiel en territorio dominicano, las autoridades de República Dominicana no deben permitir que los haitianos hagan marchas en territorio nacional contra su gobierno sería sentar un peligroso precedente que en las actuales condiciones, solo puede terminar atentando contra la Seguridad Exterior e Interior del Estado es la Diáspora haitiana de Miami la que financia la marcha.
El objetivo de la marcha de haitianos el próximo domingo es nebuloso de acuerdo a los convenios entre ambos países, a la Constitución y Código Penal, existe la obligación de prevenir cualquier acción o manifestación desde nuestro territorio que afecte la estabilidad del gobierno de Haití o que interfiera sus políticas.
El Ministerio de Interior debe sopesar bien el otorgamiento de permisos y más si es para protestar contra las políticas del Estado Dominicano, creemos que debe rechazarla.
La situación en Haití es muy frágil y volátil sobre todo después de la declaración de China y Rusia de que no apoyan posiciones del SG de ONU Antonio Guterres sobre el envío de tropas para pacificar Haití.
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Esperan que las fuerzas radicales que le son afines tomen el poder y alineen Haití con China, Rusia e Irán.
La prudencia, la historia y el interés nacional aconsejan que no se emplee el territorio RD para actividades contrarias a las autoridades de la vecina nación… o contra la acción de CI en favor de la pacificación de Haití.
Autoridades RD no deben permitir ese precedente, más cuando es una actividad financiada por la Diáspora Haitiana en Florida.
El mandato constitucional sobre el régimen de extranjería es muy claro: debe complementarse con las disposiciones del Código Penal donde se tipifican los crímenes contra la seguridad exterior e Interior del Estado, por la misma razón que se rechazó la apertura de oficina de Canadá en RD, es obvio la intención de arrastrarnos a los conflictos de Haití.
¿Cómo se llama la obra? Desde EEUU se engrosan los arsenales de los grupos paramilitares en Haití, al mismo tiempo, se liberalizan los visados a los oficiales de la vapuleada Policía Nacional de Haití, mientras grupo de veteranos y antiguos Ton Ton Macutes, están esperando que el célebre Guy Filliphe sea liberado y retorne a Haití a restaurar el orden.
Este Modo Operandi derivado del Acuerdo de Washington entre RD y Haití de 1938 está vigente desde 1939, aprobado por ambos congresos pero se ha desconocido de manera sistémica por los haitianos y no ha sido invocado por nuestras autoridades las consecuencias las estamos viendo.
Hace tiempo que advertí a las autoridades de seguridad nacional anteriores y actuales que los haitianos entrarán en proceso de insurrección con apoyo internacional.
Estoy seguro que muchos dominicanos se vieron en el espejo de una Francia convulsionada por unas protestas que terminaron en virtual insurrección.
Por igual, es seguro que lo mismo pasó por la mente de los haitianos en RD y en el exterior, en elementos de su diáspora que nos culpan de los fracasos de Haití.
En una gran manifestación, es fácil infiltrar agentes provocadores para realizar desmanes e incendios, las reacciones vienen por añadidura y así se monta el escenario para “la intervención humanitaria” o las sanciones contra “el estado criminal”, un libreto muy conocido por las agencias de inteligencia.
Por: Pelegrín Castillo Semán