En la medida que se acercan las fechas más emblemáticas de las navidades más se incrementan las restricciones en grandes naciones con la expansión de la covid. Por la variante ómicron en Holanda se ha restablecido el confinamiento y cancelado las fiestas, en tanto en Nueva York el récord de contagiados ha disparado las alarmas.
En Europa han aumentado las presiones sobre los no vacunados tras las velocidad con que avanza la variante detectada en Sudáfrica que hoy aterroriza al mundo. Alemania, que ha librado una intensa batalla contra la pandemia, declaró a Gran Bretaña, Francia y Dinamarca como zonas de riesgo.
En esos países también se han reforzado las restricciones para evitar un peligroso rebrote tras las fiestas de Nochebuena y Año Nuevo. Bares, restaurantes, cines, teatros, salas de concierto y todo lo que suponga aglomeraciones han sido sometidos a fuertes regulaciones casi en toda Europa como antídoto contra la covid. Por aquí, si bien se han tomado sus prevenciones, las autoridades no pueden bajar la guardia ni fiarse mucho de los resultados de la vacunación. Es más que sabido que la gente no ha sido muy colaboradora.
