Mi papá dice «ser padre es duro, pero cuando los hijos son bueno es una felicidad»

“Ser padre como se debe es algo muy duro en la vida, porque nunca se termina”, así dice el profesor y abogado Alejandro Ferreras Cuevas sobre el rol de ser papá.

«Soy padre de cinco hijos a los cuales calificó como jóvenes de talento que Gracias a Dios pude formar», expresa.

Señala, además que sus hijos son hombres de bien para la sociedad y los últimos tres que viven en el país, dos son abogados, otro contador, y ejercen su profesión. Ellos son Alexander y Aleidy Ferreras Santana; los dos primeros viven en España, y de una segunda familia son Elisandro, quien es contador; mientras que Algenis y Edison Ferreras Gómez son abogados y los tuve con la abogada Hilda Angelina Gómez.

Ferreras Cuevas es oriundo de Villa Jaragua, Neyba, en provincia Baoruco. Viene de una familia de 11 hermanos, criado con recursos limitados, al extremo que muchas veces tenía que irse a la escuela sin desayunar porque en la casa no había nada.

Recuerda cuando su padre compraba los cuadernos había que dividir en dos cada mascota, y los lápiz… uhh había que partirlo en dos, situación que en ocasiones generaba conflictos entre los hermanos, porque todos querían el pedazo que tenía la borra.

Explica que en esas condiciones y con mucho esfuerzo logró aprobar el bachillerato y que para poder llegar a la posición que hoy tiene debió enfrentar muchas situaciones difíciles.

Ferraras Cuevas nos cuenta que su primera dificultad fue salir de su natal Villa Jaragua. Para ello tuvo que ingresar al Ejército en el año de 1978. Ya como soldado trabajó agricultura para los jefes.

Narra para El Nacional que nunca olvidara un castigo que le dio un instructor de apellido Ubrí, en la Academia Batalla de La Carreras, en San Isidro, que le ordenó dar “pechadas” luego de haberle confesado que era bachiller.

Como raso fue asignado a la Primera Brigadas de Infantería, donde recuerda que en una ocasión pidió una entrevista al general Manuel Antonio Cuervo Gómez para que le permitiera continuar estudiando. La respuesta que recibió del alto oficial fue: «No señor el guardia no tiene que estudiar, retírese”.

Ferreras Cuevas cuenta que 4 años después (1982) pidió su salida del Ejército, quedando desempleado. Añade que un hermano lo auxilió algunas semanas, pero que después consiguió trabajó en una empresa privada y comenzó a estudiar magisterio en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduándose de licenciado en Pedagogía Mención Biología y Química. Posteriormente continuó los estudios derecho en el Centro de Estudio Profesionales Dominicano y una vez graduado abrió una oficina en Los Mameyes, en Santo Domingo Este.

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Pese a las situaciones difíciles que ha enfrentado, el abogado Ferreras Cuevas agradece a Dios por la esposa que tiene y sus hijos, y siempre repite con orgullo la frase “mis hijos son hombres de talentos”, por tanto exhorto a los jóvenes que comienzan una familia a prestar siempre atención a sus hijos, desde niños hasta que sean adultos, porque la formación del hogar permanece para siempre.

“Yo soy un ejemplo que nunca olvido la formación que me dio mi padre Alejandro Ferreras Méndez. Yo siempre dijo que hay que enseñarle a sus hijos el respeto a los demás, los símbolos de la nación y la honestidad”, acota.

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Ferreras Cuevas concluye que algo grandioso para él ocurre cada vez que sus dos hijos vuelven al país desde España, y se reúne toda la familia, “es una felicidad y por eso y tantas bendiciones siempre estoy dando gracias a Dios”.