Tras los fiascos en la batalla contra la corrupción, el Ministerio Público necesitaba un golpe de efecto, que ha conseguido con el acuerdo a través del cual el contratista Maxy Montilla, cuñado del expresidente Danilo Medina, se comprometió no solo a devolver la friolera de más de tres mil millones de pesos, sino a testificar sobre el entramado de irregularidades en las distribuidoras de electricidad.
Por las implicaciones, el acuerdo ha levantado un océano de conjeturas y generado lógicas expectativas. Pero Montilla tendrá no solo que citar nombres, sino aportar pruebas verificables.
Sería una burla quedarse en generalidades o incurrir en falsedades, como ocurrió con el caso Odebrecht.
De esa manera los jueces tampoco tendrían el pretexto de absolver a imputados por supuestas faltas de pruebas. Que Montilla cante no es suficiente, si no lo hace con la más absoluta claridad.