La anulación de un contrato con una empresa del pelotero Ribinson Canó para la recogida de basura en San Pedro de Macorís debe servir de ejemplo sobre la necesidad de que las autoridades actúen con apego a la ley.
La Dirección de Compras y Contrataciones Públicas ratifica con su decisión su determinación de no permitir violaciones con las licitaciones ni en la administración de los recursos públicos.
El mensaje es más que alentador en un país donde la inobservancia de las normas constituía una rutina.
Canó, un ídolo de la afición dominicana, que ha puesto en alto el nombre de República Dominicana en Grandes Ligas, nada tiene que ver con las irregularidades en la licitación, declarada de urgencia, ganada por su empresa RJC, S. R. L. detectadas por Compras y Contrataciones Públicas.
Además de violarse el pliego de condiciones se detectó subjetividad en el método, así como en la evaluación técnica y económica. El alcalde de San Pedro de Macorís, Raymundo Rafael Ortiz Díaz, no tiene más que aceptar la decisión de Contrataciones Públicas y buscar una mejor elección de los integrantes del comité de licitaciones del cabildo.