La glorieta central en deterioro y usada por indigentes para dormir. Jorge González
Dajabón.- El Parque Central o Juan Luis Franco Bidó, que debería ser un pulmón ecológico por la cantidad de árboles en su área, un centro de esparcimiento y diversión por sus estructuras, en la actualidad se encuentra en un estado deplorable, a pesar de estar al lado de la Gobernación de esta provincia y rodeado de centros de estudios y bancos.
La suciedad impide ver su piso de cemento y sus jardineras están llenas de maleza y de basura, no de flores como debería ser. Sin juegos infantiles, excepto unos columpios deteriorados o inservibles. A muchos de sus bancos les están robando partes de su estructura de hierro, lo que torna inseguro el lugar.
Su emblemática y bella glorieta principal, construida en madera y concreto, está en proceso de deterioro, muy sucia, y su piso lleno de cartones, al parecer usados para las personas sin techo dormir, entre otros que llegan para realizar acciones que podrían ser consideradas inmorales.
Ubicado entre la carretera 45, calle Beller, avenida Presidente Henríquez y calle Víctor Manuel Abréu, a unos metros de la entrada de esta ciudad, este parque, que es donde se realizan las fiestas patronales y que debería de ser uno de los iconos de este pueblo, está sumido en el abandono y el olvido.
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Rodeado por la Gobernación Civil de la provincia, las oficinas de la Zona Agropecuaria, de la Regional del Instituto Agrario Dominicano (IAD), la gerencia del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), así como todos los bancos, Utesa, y la edificación que aloja el Departamento Policial, este debería de estar en otras condiciones.
Un su centro un monumento levantado en honor a los héroes de la batalla de Beller, el 27 de octubre de 1845, se ha ido desgastando con el tiempo y aunque vigilado por un cañón de la época colonial, nadie le hace caso a su deterioro y abandono progresivo.
“Hace una semana se celebraron aquí las fiestas patronales de la provincia, y no quiera usted saber sobre la basura, el agua y el fango que la gente caminaba y bailaba, ya que este parque tiene mucho abandonado por el síndico”, expresó Juan Antonio Gómez.
En los alrededores del parque hay decenas de puestos de comida rápida y frituras que más que embellecer el lugar hacen que, aunque se torne más vivo por las noches, también esté más sucio al otro día, por las botellas vacías de refrescos, cervezas, ron, vasos y platos de foam.
