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Peña el estratega

Peña el estratega

He sostenido en otras entregas que el nivel intelectual de las personas se establece, regularmente, por lo que escribe y no lo por lo que habla. Y como el profesor Juan Bosch fue uno de los dominicanos que más escribió y la mayoría de sus obras son de alta calidad, es suficiente para considerarlo como el mejor de toda la historia. Fue un hombre de luces y conocimientos.

Sin embargo, la intelectualidad de un político no se relaciona necesariamente a la estrategia. Todo líder político tiene que tener por objeto la toma del poder.

El poder se puede alcanzar por la vía electoral, mediante un golpe de Estado o a través de las armas. Al pasar las elecciones de 1966 Bosch se fue a Benidorm, España, a escribir y la línea bajada al PRD fue la abstención electoral.

Es así como el partido blanco no participa en las municipales de 1968. Y al regresar al país el líder tampoco acude a las presidenciales de 1970. ¿Qué vía se había propuesto el profesor? La abstención es una decisión circunstancial, jamás se puede calificar como estrategia.

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El que dio muestras de ser estratega fue el doctor Peña Gómez. El Acuerdo de Santiago, en 1974, tenía el empuje necesario para derrotar a Joaquín Balaguer por la vía electoral, pero es altamente sabido que el caudillo reformista estaba dispuesto a matar a media población, incluyendo a los propios líderes de la coalición.

 Esa abstención es valedera, pero obligaba al nuevo líder del PRD a diseñar una estrategia para desalojar a Balaguer del poder. Y así fue.

Peña inscribió al PRD en la Internacional Socialista e hizo relaciones con grandes líderes europeos, incluyendo a jefes de Estado, de Gobierno y primeros ministros. Y en la región estableció importantes vínculos con Carlos Andrés Pérez, Rubén Berríos Martínez, Tomás Borges, entre otros.

 En 1976 el PRD, vía convención, decidió acudir al certamen electoral de 1978 llueva, truene o ventee. Al llegar los comicios se dio lo que se esperaba, que el PRD ganara, pero que Balaguer y sus poderosos militares intentaran desconocer la voluntad popular.

La estrategia del PRD, con miras al torneo comicial de 1978, diseñada por el doctor Peña Gómez, posiblemente fue la mejor que registre el siglo pasado.