Ante la situación de inestabilidad que vive Haití, senadores propusieron hoy que organismos internacionales intervengan lo ante posible esa nación hasta lograr su estabilidad social, política, sanitaria y económica.

Bautista Rojas Gómez (Bauta), de la Fuerza del Pueblo (FP), y Ginette Bournigal, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), coincidieron en señalar que la crisis social que vive ese país, fruto del control que ejercen las bandas criminales, repercute en República Dominicana.
Mientras que el senador peledeísta de Elías Piña, Yván Lorenzo, dijo estar de acuerdo con la convocatoria de un diálogo binacional, en el que participen los diferentes sectores para lograr un punto de entendimiento que pueda revertir la actual situación.
Rojas Gómez y Ginette Bournigal creen que antes de convocar un diálogo entre ambos países, es necesario primero que Haití cuente con estabilidad política.
“Haití tiene una crisis que solo la resuelve las naciones más poderosas del mundo, con el apoyo de otros países y donde nosotros seamos parte, por ser los más afectados por esa crisis. No creo que haya un solución binacional, eso tiene que ser una solución del resto del mundo”, externó Rojas Gómez.
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“Los organismos internacionales tienen que ir con ayuda sanitaria y tienen que obligatoriamente poner el orden institucional, tienen que instalar, con el consenso de ellos, un gobierno transitorio hasta que lleguen elecciones”, expuso Bournigal.

Entiende que una intervención que ayude a la policía haitiana sería de gran significado para la estabilización del vecino país, sumergido en crisis ante el auge de la criminalidad.
Consideró que Haití no puede seguir con ese caos e insistió en que debe ser intervenido institucionalmente para eliminar el caos y la anarquía que allí impera.
La representante legislativa de Puerto Plata propuso eliminar el discurso de odio binacional y que República Dominicana y Haití.
Plan
De su lado, Yván Lorenzo acusó al Gobierno de no tener un plan integral domínico-haitiano que abarque los temas migratorio y comercial, sino que por el contrario, asumió un discurso populista que hasta cierto punto ha exacerbo las contradicciones.