Estados Unidos ha decidido abordar con la determinación que amerita el envío de una fuerza internacional a Haití para restaurar la seguridad y la gobernabilidad, y propiciar un clima adecuado para la celebración de elecciones en el menor tiempo.
El secretario de Estado, Antony Blinken, abordó con el presidente de Brasil, Lula da Silva, representantes de Canadá, Kenia, Haití y la ONU el despliegue de la fuerza internacional para asistir al Gobierno haitiano en la lucha contra las pandillas.
Blinken hizo un aparte en la cumbre del G20 en Río de Janeiro para tratar el problema de Haití, que consideró uno de los principales desafíos para la comunidad internacional.
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En esta ocasión Francia, Canadá, Alemania, Jamaica y Benin se comprometieron con aportes financieros o de personal. La violencia y la crisis alimenticia y sanitaria han convertido a Haití en tierra de nadie.