Para terminar con los desacreditados intercambios de disparos y apuntalar el respeto a los derechos humanos se hacía necesario la implementación de un sistema de alerta de prófugos, rebeldes y condenados.

No es que las violaciones vayan a desaparecer con el importante instrumento, pero se trata de una ayuda en la persecución de personas en conflicto con la ley.

Ha sido muy fácil colocar el sambenito de prófugo de la justicia a cualquier persona abatida en supuestos intercambios de disparos.

El instrumento anunciado por la vicepresidenta Raquel Peña ayudará a la localización de prófugos cuando estos decidan valerse de algún servicio público.

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Este país tiene que mejorar sus métodos en la lucha contra la criminalidad. Y en estos tiempos de avances tecnológicos es obvio que hay que ponerse a tono con el desarrollo de la tecnología.