Nuestra democracia, poco representativa y costosa para el pueblo dominicano cada vez más crítico que va identificando “con pelos y señales” como se convierte en un organismo clientelar al servicio de los partidos sumida en la corrupción descarada de los intereses personales y grupales de un buen número de llamados “representantes”.
Y en este marco democrático manipulado, la idea de imponernos un Código Penal versionado desde el atraso absoluto, para mantener “su negocio” y volver al pasado, propone: prescribir a los 20 años el robo contra el Estado; limitar a dos años la pena por el uso de la fuerza policial excesiva, aunque mate y lesione por vida; crear un sistema legal paralelo con Cortes Militares para guardias y policías; limitar la violación sexual al protagonismo del pene agresor; eximir de penas a la pederastía clerical cometida por curas y pastores que abusan sexualmente de menores; legalizar golpear para “corregir”; y eliminar la prohibición a la discriminación de la diversidad de sexo y género.
Argumentado como un problema “de orden divino”, la penalización absoluta del aborto para un tema que es de la salud de las mujeres vivas y ya nacidas, mitad de este país, sobre todo pobres y menores. (Las de ustedes no tienen ese problema porque pagan y se abortan en cualquier circunstancia y en nombre de Dios).
La negación de abortar cuando peligra la vida de la mujer, cuando el embarazo es fruto de una violación y/o incesto, y cuando el producto es inviable, es la sentencia más cruel y perversa, que obliga a morir físicamente y emocionalmente a una mujer de manera absolutamente irracional, por principios religiosos interpretados arcaicamente.
Preguntamos:
¿Quiénes son Uds. para declararnos interdictas?
¿Quiénes se creen para sentenciarnos por su propia doble moral e hipocresía, religiosa?
¿Cómo se atreven a aplicar sus reglas de religiosidad vacía, manipuladora, sexista, misógina, homofóbica, exclusiva, apelando a un Dios que solo usan para negociar?.
¿Cómo deciden sobre nuestras propias vidas en nombre de Dios a quien nunca respetan si del poder y riqueza que acumulan a costa del pueblo se trata?
¿Qué calidades morales tienen cada uno y cada una de Uds. para decidir taxativamente sobre más de la mitad de este país con argumentos irrazonables de “imposición divina” cuando se corrompen día a día por mantener privilegios?
¿Cuál es su capacidad para negarnos a las mujeres la legítima defensa de nuestra vida, por ejemplo?
¿Qué mente retorcida acepta usar la “violencia moderada” para disciplinar a los/as hijos/as?
¡Se pasaron!