Desde los vagones de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo los usuarios pueden observar desde la altura del puente a decenas de vendedores en un improvisado mercado que cubre parte de la calzada y el total de las aceras de las avenidas Hermana Mirabal y Charles de Gaulle, sin que a nadie le importe las condiciones de higiene en que se ofertan los productos ni la obstrucción a vehículos y peatones.