Cuando Hal Steinbrenner subió al escenario el sábado por la noche para recibir el trofeo por ganar el campeonato de la Liga Americana, los fanáticos de los Yankees que se reunieron detrás del dugout visitante en Progressive Field ya estaban pensando en el futuro.

Los Yankees acababan de conseguir su boleto a la primera Serie Mundial de la franquicia en 15 años, pero sus fanáticos querían asegurarse de que la superestrella que dio el golpe final en el Juego 5 de la ALCS se quedara por más octubres por venir.

“¡Recontraten a Soto!”, coreaban, haciendo eco de un estribillo familiar que resonó en el Yankee Stadium durante la segunda mitad de la temporada.
No fueron los únicos.

“Creo que deberíamos volver a fichar a Soto, 700 millones de dólares”, dijo Jazz Chisholm Jr. más tarde en el vestuario en medio de una ruidosa celebración con champán y cerveza. “Esa es mi cifra. Oferta final”.

Otros fueron un poco más sutiles, aunque el mensaje siguió siendo el mismo. “Necesitamos que se quede. Se va a quedar”, dijo el MVP de la ALCS, Giancarlo Stanton.

“Tenemos que conseguir el campeonato y luego lo traeremos a casa”.
Por supuesto, todo eso se resolverá una vez que termine la Serie Mundial y comience el invierno.
Pero primero Soto se aseguró de que los Yankees tengan la oportunidad de ganarlo todo este año después de su heroísmo en un clásico turno al bate de Soto en la décima entrada.

“Gracias a todos los que participaron en este canje”, dijo Soto, de pie en el montículo en medio de la celebración en el campo. “Estoy muy feliz con eso. Estoy muy feliz de estar aquí. Me cambiaron a uno de los mejores equipos en los que he estado en mi vida”.

“Ese era el propósito de apostar todo”, dijo Cashman en el campo después de asegurar el séptimo título de la Liga Americana durante su mandato como gerente general. “Renunciamos a mucho y fue un contrato de un año por mucho dinero. Así que fue una gran jugada de ajedrez, sin duda. Eso fue diseñado para aumentar nuestras posibilidades, y lo hizo”.

Por: Greg Joyce
New York Post