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Regalos ostentosos esconden fallas de los padres

Regalos ostentosos esconden fallas de los padres

Santo Domingo.-  “Los regalos son muestras de afecto, cariño y valoración de una persona hacia otra, muchos relacionan el nivel de amor con el costo del presente”, explica la psicóloga Nelsy Solís, quien agrega que los padres no están exentos de estas creencias y muchas veces ofrecen a sus hijos costosos regalos, que en algunos casos no se comprarían ni para sí mismos.

La experta infanto-juvenil asegura que detrás de esa generosa dadivosidad pueden esconderse algunas faltas en la parentalidad tales como compensación por largas ausencias del padre/madre, reparación por algún tipo de maltrato físico, verbal o psicológico, deseos de ser admirado en las redes por sus relacionados como un buen padre/madre que ama a su hijo/hija porque ofrece costosos regalos.

La psicóloga dice que satisfacer como el genio de la lámpara todos los deseos de nuestros hijos pudiera repercutir en consecuencias negativas para la formación de su carácter y la preparación para los desafíos que la vida adulta guarda para ellos.

 “Cuando los padres ofrecen regalos ostentosos y cumplen todos los deseos de sus hijos no siempre reciben la gratitud y valoración del esfuerzo que desearían de parte de ellos. Los hijos consentidos pueden tornarse tiranos y egocéntricos puesto que sus progenitores no le han establecido límites a sus deseos y esto puede transformarse más temprano que tarde, en una lucha de poder entre padres e hijos que destruya la armonía en el hogar”, detalla la psicóloga.

Solís asegura además, que se le priva de la oportunidad de desarrollar valores como la paciencia, constancia, tolerancia a la frustración, respeto propio al lograr con persistencia y trabajo un objetivo definido, respeto, valoración y gratitud a los padres por sus esfuerzos y trabajo para brindar estabilidad a la familia.

Es importante destacar que el mejor regalo que un padre o madre puede brindar a sus hijos, es su tiempo, creando experiencias, construyendo hábitos positivos, ejemplificando valores y principios, estrechando vínculos de amor y respeto que perdurarán toda una vida y formarán hijos e hijas tolerantes, persistentes y exitosos, concluye la experta.

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