El retroceso en el aprendizaje escolar en el país y América Latina revelado por el Banco Mundial no deja de ser un signo de alarma, aunque no sea en la dimensión en que se ha expuesto. En el caso específico de República Dominicana la entidad señala que la pandemia causó 1.2 años de pérdida en la escolaridad.
Que se hable de retroceso sin menores avances resulta preocupante para na nación como esta con elevado déficit en el proceso de aprendizaje.
El ministro de Educación, Roberto Fulcar, quien ha tenido que lidiar con muchos problemas debe ver el estudio, no como una crítica, sino como un toque de atención. El problema de la enseñanza no es de retórica ni de propaganda, sino de realidad.
Y la realidad que los resultados al día de hoy no se corresponden con la inversión para mejorar el sistema de enseñanza. De no cambiarse el modelo se seguirá en la misma.