Fantino.– Cada miércoles, más de 3,000 personas se congregan en el Centro de Evangelización Padre Fantino, en Fantino, Sánchez Ramírez, buscando sanación, suerte, fortaleza espiritual o soluciones a problemas personales y familiares. La misa, liderada por sacerdotes de la comunidad, se ha convertido en un evento de fe que trasciende fronteras geográficas y climáticas.
Los feligreses, provenientes de todos los rincones del país, llegan desde la madrugada para garantizar un lugar cerca del altar. Tal es el caso del padre Luis Ramón, quien viajó desde Las Gordas, María Trinidad Sánchez, con 200 personas en varios autobuses. A pesar del frío matutino y la ligera neblina típica de la Cordillera Central, el entusiasmo de los asistentes es palpable.
El Inicio del Servicio
A las 7:10 de la mañana del miércoles 27 de noviembre, el servicio comienza con la lectura de las peticiones de los devotos. Muchos llegaron durante la noche para asegurar un lugar privilegiado en el templo, mientras otros continúan arribando y se acomodan en los espacios disponibles. Entre las plegarias leídas, destacan las de la familia Sánchez Rodríguez, que pidió reconciliación y comprensión mutua.
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Mientras la misa avanza, algunos asistentes aprovechan para desayunar en la cafetería del recinto, donde ofrecen chocolate caliente y arepa. Otros visitan los confesionarios, mientras los niños corren y juegan alrededor del templo. En las afueras, vendedores ambulantes ofrecen rosarios y el último libro del Padre Chelo, Dios de la Promesa.
El Momento de la Alabanza
A las 8:07 de la mañana, el padre Cristián Rodríguez sube al púlpito acompañado de otros sacerdotes, incluidos Alexis Batista y Roberto Peguero, conocido como Padre Nano. Desde el inicio, la energía espiritual es intensa. “¡Libérense, libérense!”, clama el sacerdote, animando a los presentes a despojarse de sus ataduras, comparando su valentía con la de David frente a Goliat.
Durante la alabanza, se viven momentos de gran emotividad. Algunos asistentes caen al suelo, lloran desconsoladamente o son consolados por sus familiares y colaboradores de la misión. “El Poder de Dios se está derramando”, exclama un fiel con fervor.
Un Encuentro Transformador
El padre Cristián camina entre la multitud, mientras los sacerdotes repiten: “¡Las enfermedades, fuera! ¡Los demonios están saliendo de sus cuerpos!”. Cada declaración refuerza la esperanza de los asistentes de recibir una bendición o un milagro. Aunque algunos expresaron su deseo de ver al Padre Chelo, quien estaba de retiro espiritual, la celebración continuó con fuerza bajo la dirección del padre Cristián, basado en los evangelios de San Lucas y el libro de Samuel.
La Despedida
A las 10:30 de la mañana comienza la etapa final del servicio con la distribución de la hostia y la recolección del diezmo. La ceremonia culmina a las 11:15, dejando en los asistentes una mezcla de fe, esperanza y gratitud. Poco a poco, los vehículos despejan el área, descongestionando la carretera que conecta Fantino con la autopista Duarte.