El documental dominicano crea, con el lanzamiento de “Santo Domingo” (José Enrique Pintor, director y Luis Eduardo Lora, co-guionista, 2019) la más alta referencia del género para la República Dominicana, debido al cuidado puesto en su realización, la disponibilidad de un patrocinio del Banco BDH-León que no escatimo nada y que ronda los 100 millones de pesos (incluyendo rodaje y mercadeo) para sacar definitivamente este tipo deproducciones de la injusta categoría de “ arte cinematografico” menor.
La premiere de “Santo Domingo”, realizada anoche en el Teatro Nacional Eduardo Brito, en una gala en la que se percibìa, como lo dejó sentir el Ministro de Cultura, arquitecto Eduardo Selman, el orgullo por un producto fílmico que refleja el desarrollo de la industria a a partir de un género histórico
Una película docu-drama que combina el drama histórico actuado y reconstruido en detalles, con la información documental más precisa, aportada tanto por historiadores de trayectoria prestigiosa (como el director del Archivo General de la Nación, Roberto Cassá), y Raymundo González, quienes aportan una fundamentada versión de lo que fue la empresa conquistadora hispánica en contraste con la cultura de los aborígenes.
Lograr una obra de arte que al mismo tiempo establezca un nuevo estandar para la industria y que lo logre exponiendo la verdad del hecho tratado, es un triple triunfo de este trabajo audiovisual que anoche logró uno de los aplausos finales más extendidos en la augusta sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito. “Santo Domingo” es una gran producción que se destaca primero por su concepto, con guión del director y de Huchi Lora; por su excelente fotografía filtrada en un tono verde epocal.
Uno de los aspectos que más trabajo cuidadoso se siente en pantalla es su acertada dirección de arte que logra establecer un estandar nuevo en materia de reconstrucción histórica colonial al tomar en serio y al extremo, el afán de reproducir los ambientes y personales de la etapa de la conquista y depredación española de la Isla Hispaniola y la subsiguiente fundación de Santo Domingo de Guzmán.
Hay un afán de perfección en la reproducción de vestuario, utilería hecha ex professo, incluyendo armas y accesorios defensivos (cascos, espadas y otras indumentarias militares de época, elaboradas en los talleres de El Artístico (La Romana). Las grandes producciones internacionales de esta época tienen que alquilar utilería de plástico y agregar efectos de sonido. Ahora no fue así.
Las actuaciones de sus talentos, sobre todo las de Luis del Valle, quien hace de padre Fray Antonio Montesinos, tienen el sello profesional interpretativo en que se nota entrega y un desdoblaje convincente. La dirección actoral acierta al canalizar correctamente los talentos para dar legitimidad a la historia.
La versión histórica que transmite “Santo Domingo” se destaca por la desacralización de las interpretciones conservadoras y pro hispánicas que evitan denunciar la expoliación del llamado Nuevo Mundo, el sometimiento de sus pobladores en función de apropiarse de los recursos mineros y naturales (especialmente el oro, las especies, los frutos y productos agrícolas locales) para exponer lo que fue realmente el afán colonizador.
UN APUNTE
La premiere de SD
Realizada anoche en el Teatro Nacional Eduardo Brito, convocada por el Banco BDH-León. Jofefina Navarro, Vicepresidenta Senior de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social y Gabriel Tineo, ejecutivo del Centro Financiero BHD León, asesor en Cine, indicaron que se trata de un paso más de apoyo a lo mejor del cine dominicano, procurando educar sobre la historia e impulsando nuevos modelos de producción para el beneficio de la industria audivisual.
EL DATO
El ministro habló
Eduardo Selman, consideró, tras ver “Santo Domingo”, que se trata del aporte del cine dominicano, de mayor trascendencia y seriedad histórica.
