Mujeres y salud
POR: LILLIAM FONDEUR @lilliamfondeur No más Esperancitas Puedes tocar, e incluso empujar con la mirada. A Anita no le hacía falta hablar, sus ojos me arrastraban como cuando una niña le da la mano a su madre y sin intercambiar palabra le dice, llévame contigo. Al escuchar su tono de voz, ya intuía por donde […]
 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
  
  
  
  
  
 