El incumplimiento suele desacreditar los pactos que se suscriben para abordar distintas problemáticas. A manera de ejemplo se pueden citar los convenios educativo, eléctrico y muchos otros que se han reducido a agua de borrajas.
Esa realidad debe asumirse como referente para ejecutar ese acuerdo por la seguridad vial suscrito por el Gobierno y varias organizaciones, sin esperar resultados instantáneos.
El objetivo de implementar estrategias integrales para reducir los accidentes de tránsito y sus trágicas consecuencias no puede ser más auspicioso. No ha de olvidarse el ingrato primer lugar que se confiere a República Dominicana de muertes en accidentes viales.
El pacto contempla medidas como la educación vial en escuelas, la mejora en la señalización y condiciones de las vías, y un refuerzo en la supervisión del cumplimiento de las normas de tránsito. Asimismo, busca promover una mayor conciencia ciudadana y una colaboración efectiva entre los sectores involucrados.
El presidente Luis Abinader, para otorgar más relevancia al acuerdo, firmó el decreto 656-24, que declara de alto interés la seguridad vial en el periodo 2025-2030. Ojalá esta vez sea en serio.