Sin importar los avances que se hayan logrado, por aquí debe asumirse con la mayor preocupación la alerta detonada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el repunte de los casos de coronavirus en el planeta.
Países que habían logrado grandes progresos con el protocolo sanitario y la vacunación han tenido que endurecer las restricciones después de flexibilizarlas. La desescalada ha propiciado en muchos países entre los que se incluyen República Dominicana un relajamiento del protocolo.
Como si el proceso de vacunación surtiera un efecto milagroso en la prevención la gente se aglomera y realiza una vida prácticamente normal, lo que ha motivado la propagación del contagio que hoy preocupa a la OMS.
La entidad sonó la alarma cuando los casos diarios alcanzaron la cifra récord de 899,700. En un mundo globalizado y con una economía abierta al turismo la señal de alerta de la OMS debe ser captada por estos predios con todo el dramatismo que implica.
No hay que entrar en detalles para saber lo que representa para el país un retroceso, aunque sea ligero en la campaña contra el coronavirus.
