Mundo

Señalamientos contra Emma Coronel, esposa de El Chapo

Señalamientos contra Emma Coronel, esposa de El Chapo

Emma Coronel jugaba con su cabello, haciendo evidente su indiferencia cada vez que un agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) mostraba en una corte federal de Nueva York las conversaciones privadas que sugerían participó de alguna manera en el negocio ilícito de su esposo, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien estaba en medio de su mediático juicio por liderar al poderoso Cartel de Sinaloa durante tres décadas.

 El fuerte rumor de que el gobierno de Estados Unidos la tenía en la mirada llegó a su fin, cuando Coronel fue detenida en el aeropuerto Dulles de Virginia acusada de narcotráfico.

Según documentos judiciales, Coronel está acusada de participar en una conspiración para distribuir cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para su importación a Estados Unidos.

La Justicia estadounidense también cree que la esposa de ‘El Chapo’ conspiró con otros para ayudar a Guzmán a huir de la prisión del Altiplano el 11 de julio de 2015.

Estas acusaciones son muy similares a los señalamientos que el FBI presentó en el juicio de su esposo.

En aquel momento, el FBI reveló que a través de mensajes de texto que obtuvo infiltrando las comunicaciones del Cartel de Sinaloa, Coronel alertaba a ‘El Chapo’ sobre la presencia de militares en su zona, le preguntaba por sus lugartenientes, tenía en su poder un arma de fuego para protegerse de los enemigos de su esposo, supo de un intento de fuga del mafioso y además colaboró para que sus hijas fuesen las propietarias de una residencia de lujo.

Ella tenía en su poder uno de los celulares Blackberry encriptados que Guzmán distribuyó entre sus socios, lugartenientes y amantes. El sistema dejó de operar como lo tenía planeado una vez que el FBI le puso una trampa al técnico colombiano que lo instaló y este terminó cooperando con dicha agencia.

“Le cayeron a la casa donde tenía las cosas, los federales de México y se llevaron todo”, se leía en uno de los mensajes de texto que Coronel Aispuro supuestamente envió a Guzmán a principios de 2012, que se mostró al jurado el 9 de enero de 2019.

“Acaban de matar a unos muchachos en la Guadalupe ¿No es gente de usted?”, le preguntaba ella en otra comunicación escrita. “No, amor”, le respondió el narcotraficante.

Coronel también habría estado involucrada en la compra de una lujosa residencia en la ciudad de Los Cabos, en Baja California Sur, en la cual se realizó un operativo tratando de capturar a ‘El Chapo’ el 22 de febrero de 2012, se reveló en el juicio.

La idea era que las escrituras de la propiedad, valorada en un millón de dólares, según dijo un agente del FBI, quedaran bajo nombres falsos de las hijas gemelas del capo, ambas nacidas en Los Ángeles hace siete años. Un “licenciado” ayudó en ese proceso.

 “Para que las ‘reynitas’ tengan las propiedades a ese nombre que se va a registrar”, le explicó Guzmán a Coronel.

En otra ocasión, preocupado por un posible cateo en la casa donde estaba su mujer, este le pidió que pusiera un arma que tenía en un lugar especial. “Métela al ‘clavo’”, le pidió Guzmán a su esposa.

 El fuerte rumor de que el gobierno de Estados Unidos la tenía en la mirada llegó a su fin, cuando Coronel fue detenida en el aeropuerto Dulles de Virginia acusada de narcotráfico.

Según documentos judiciales, Coronel está acusada de participar en una conspiración para distribuir cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para su importación a Estados Unidos.

La Justicia estadounidense también cree que la esposa de ‘El Chapo’ conspiró con otros para ayudar a Guzmán a huir de la prisión del Altiplano el 11 de julio de 2015.

Estas acusaciones son muy similares a los señalamientos que el FBI presentó en el juicio de su esposo.

En aquel momento, el FBI reveló que a través de mensajes de texto que obtuvo infiltrando las comunicaciones del Cartel de Sinaloa, Coronel alertaba a ‘El Chapo’ sobre la presencia de militares en su zona, le preguntaba por sus lugartenientes, tenía en su poder un arma de fuego para protegerse de los enemigos de su esposo, supo de un intento de fuga del mafioso y además colaboró para que sus hijas fuesen las propietarias de una residencia de lujo.

Ella tenía en su poder uno de los celulares Blackberry encriptados que Guzmán distribuyó entre sus socios, lugartenientes y amantes. El sistema dejó de operar como lo tenía planeado una vez que el FBI le puso una trampa al técnico colombiano que lo instaló y este terminó cooperando con dicha agencia.

“Le cayeron a la casa donde tenía las cosas, los federales de México y se llevaron todo”, se leía en uno de los mensajes de texto que Coronel Aispuro supuestamente envió a Guzmán a principios de 2012, que se mostró al jurado el 9 de enero de 2019.

“Acaban de matar a unos muchachos en la Guadalupe ¿No es gente de usted?”, le preguntaba ella en otra comunicación escrita. “No, amor”, le respondió el narcotraficante.

Coronel también habría estado involucrada en la compra de una lujosa residencia en la ciudad de Los Cabos, en Baja California Sur, en la cual se realizó un operativo tratando de capturar a ‘El Chapo’ el 22 de febrero de 2012, se reveló en el juicio.

La idea era que las escrituras de la propiedad, valorada en un millón de dólares, según dijo un agente del FBI, quedaran bajo nombres falsos de las hijas gemelas del capo, ambas nacidas en Los Ángeles hace siete años. Un “licenciado” ayudó en ese proceso.

 “Para que las ‘reynitas’ tengan las propiedades a ese nombre que se va a registrar”, le explicó Guzmán a Coronel.

En otra ocasión, preocupado por un posible cateo en la casa donde estaba su mujer, este le pidió que pusiera un arma que tenía en un lugar especial. “Métela al ‘clavo’”, le pidió Guzmán a su esposa.

El Nacional

La Voz de Todos