Familiares de reclusos en el área habilitada por las autoridades de la penitenciaria de La Victoria, para ofrecer detalles sobre los internos que están dentro y fuera del penal./ Foto: Guillermo Burgos
Momentos de incertidumbre vivían este sábado, familiares de reclusos del centro penitenciario de La Victoria debido a que desconocen el paradero de sus parientes, luego del incendio que dejó 13 muertos el pasado lunes.
La señora María Martínez, narró que desde tempranas horas se encontraba en turno a la espera de información sobre el paradero y en su rostro se notaba angustiada tras la tragedia.
Dijo que cuando ocurrió el siniestro, su hijo se encontraba en la celda tres y que luego de lo ocurrido no se había podido comunicar con él, “nosotros no sabemos si está muerto, herido o lo trasladaron”.
Con palabras entrecortadas, suplicó a las autoridades para que agilicen el proceso de ofrecer información sobre el paradero de aquellos reclusos que se encontraban en el lugar de la tragedia.
“Tengo varios días solicitando información y todavía nadie sabes decirme que pasó con el hijo mío y eso me tiene desesperada por imagínate por la incertidumbre que estoy pasando”, precisó.
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Otras personas aguardaban sentadas, atentas a las informaciones que ofrecía una comisión del recinto a familiares de privados de libertad, luego de ocurrir el pasado lunes el incendio.
El señor Manuel Sánchez dijo que desde temprano y por turno las autoridades iban suministrando información con el destino de los reclusos que se encontraban en el lugar del incendio.
En el penal, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, se encontraba una ambulancia que salió velozmente con rumbo desconocido y sin que se conozca si llevaba algún herido o cadáver.
Muchos familiares de los internos, se desvolvían con compras de alimentos, ropas y otros artículos que llevaban a sus parientes que se encontrar tras las rejas del recinto.
La penitenciaria de La Victoria, aunque lucía en calma, estaba fuertemente custodiada en todo el perímetro con agentes policiales y miembros del Ejército de República Dominicana.
Los soldados estaban dotados de alarmas y cortas, así como gases lacrimógenos y otros utensilios de represión para disuadir cualquier posible intento de amotinamiento de los internos.
Reclusos sin identificarse, por temor represalias afirman que el incendio fue provocado de manera intencional por otros internos que se disputan diversas celdas por el control, venta y distribución de drogas y otros negocios turbios que operan en el mismo.
Dijeron que la tragedia ocurrió porque las autoridades no intervinieron a tiempo debido a que “prebostes pagan peajes y grandes para que lo dejen trabajar tranquilo y ellos poner sus propias reglas”.
Cierre
La Procuraduría General de la República (PGR), ordenó el viernes el cierre técnico de la cárcel de La Victoria. Además de una serie de medidas que incluyen la reducción de los internos a 4 mil, evitar el traslado de reclusos y la llegada de nuevos.
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La información fue confirmada por el diputado nacional Juan Dionicio Rodríguez Restituyo, quien había hecho un llamado para declarar la situación del penal en estado de emergencia.
Muertos
Tres de los primeros cadáver identificados fueron entregaron a sus familiares como son Esteban Paredes Flores, Francis Michael Paredes y Gerard Dervis Núñez González.
En la morgue del Inacif, en el Cementerio Cristo Redentor, hay nueve cadáveres que, debido a su estado, deben ser sometidos a autopsia para ser identificados.
Traslados
La Procuraduría instruyó que 400 privados de libertad fueran trasladados a otras prisiones la misma noche del siniestro, bajo fuertes medidas de seguridad. 300 fueron llevados al Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, en la provincia La Vega, y 100 al Centro Penitenciario Vista al Valle, en San Francisco de Macorís.
En números
67 años tiene el recinto penitenciario de La Victoria debido a que fue fundada el 16 de agosto de 1952 por el régimen de Rafael Lónidas Trujillo
