Editorial Opinión

Sophia

Sophia

La robot Sophia, icono que identifica la nueva era de desarrollo tecnológico que encandila al mundo, estuvo en el foro “Inteligencia artificial: ¿Progreso o amenaza para la humanidad?”, auspiciado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), en Casa de Campo, donde resaltó el desarrollo económico alcanzado por República Dominicana en cuatro décadas.

A principios de año, unos 700  científicos alertaron sobre la necesidad de  crear un código de regulación tecnológica a nivel internacional de la inteligencia artificial, cuyo peligro inicial sería  el desplazamiento  de millones de puestos laborales,  en los cuales los humanos serían sustituidos por las máquinas.

Sophia, la robot inteligente, que asemeja a una mujer en capacidad de  interactuar sobre temas científicos, económicos, sociales o políticos, pudo responder correctamente preguntas formuladas por el presidente de Funglode, Leonel Fernández, y  de periodistas.

Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Unión Europea han emprendido frenética carrera en el desarrollo de la robótica inteligente que incluye competencia por el control de la información, producción masiva de armas y robots soldados, aunque  el destino de la inteligencia artificial, como una vez fue el de la dinamita, es el de proveer progreso a la humanidad.

El expresidente Fernández considera que República Dominicana puede aprovechar las bondades de la inteligencia artificial para desarrollar un conjunto de iniciativas como sería la aplicación de un programa  de formación de docentes desde el kínder hasta el bachillerato, para lo cual Funglode encamina gestiones  con universidades de Estados Unidos.

Esas herramientas tecnológicas que se centran hoy en la producción de coches sin conductor o en el desarrollo de la industria espacial, estaría llamada a  contribuir con  el incremento en la producción de alimentos, en la lucha contra el cambio climático y en el avance de la salud y la educación.

Sin que aflore peligro sobre el comportamiento de robots, como la encantadora Sophia, se advierte sobre la urgencia de crear una  agencia internacional, igual al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que regule todo lo relacionado con el uso de la inteligencia artificial, siempre para fines pacíficos y de progreso de la humanidad.

Como para que se entienda que la era de la robótica puede constituir una amenaza para la humanidad, en el mismo seminario sobre inteligencia artificial  afloró una controversia de naturaleza político-tecnológica sobre si lo dicho por la robot Sophia fue previamente programado o si su respuesta fue posteriormente manipulada. Hay que rogar por la sanidad de la ciencia.

El Nacional

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