El hábito de comer en puestos de la calle, sin local establecido y con una variedad de alimentos característicos de estos expendios data de décadas en el país, y ha sido una solución para las personas de salarios deprimidos, desayunar, comer o cenar.
Sin embargo, y como era de esperarse, los trastornos provocados a las economías de los países pobres por la pendemia de coronavirus, se refleja en un aumento en los precios de este tipo de comida.
Desde hace una semana, para desayunar, comer o cenar en una fonda, o en cualquier improvisado tarantín es necesario disponer de entre un 30 y 40% del dinero que se pagaba.

El plato del día, que es el almuerzo que se consume entre las 12:00 del mediodía y las 3:00 de la tarde, generalmente compuesto de r arroz, habichuelas (roja, blanca o negra) carnes (pollo, res o cerdo) y ensaladas: verde (tomate, lechuga, repollo y pepino) hervida (zanahoria, tayota, brócoli), etc. Se vende entre 140 y 150 pesos es decir con un incremento de 15 a 35 pesos.
Estos precios son los ofertados en puestos de comidas, cafeterías y comedores sin importar si son a domicilio o no, además de que podrían variar entre 175 y 200 pesos cuando se pide pescado, pollo horneado, bacalao, sancocho, cocido entre otros.
“Yo anteriormente compraba 2,000 pesos de carnes, ahora debo invertir para la misma cantidad de platos, 3,100 pesos. Y eso ni hablar del aceite, el arroz, o de los envases plásticos que todos subieron”, expresó la señora Miledis propietaria del comedor del mismo nombre en el ensanche La Fe.

Los yaniqueques sin importar lo que tengan dentro, y uno de los alimentos de mayor demanda en horas de la mañana, subieron entre un 20 y 30%. (cinco pesos cada unidad).
Los vendedores alegan incremento en los precios de la materia prima para su preparación como harina de trigo, el aceite vegetal, queso, salami, jamón y los envases.
Los servicios de fritos de plátanos (tostones) con salami, jamón o huevos han aumentado de 50 a 70 pesos (40%). También los servicios de víveres con espaguetis subió un 25%. Aunque las frutas (piña, lechosa, melón, chinola, cereza y limones están baratos los jugos aumentaron de precios debido al incremento del azúcar y los vasos higiénicos y otros plásticos.
“Comer en la calle se ha convertido en un problema, ya que los que ganamos salarios mínimos cogemos fiao para pagar los días 15 y 30 de cada mes, pero con los nuevos aumentos, uno ganando lo mismo hace que vivamos endeudados”, dijo Nerito Santana.

“Gasto 60 pesos de desayuno y 140 pesos de comidas, en quince días que son 2,000 pesos. Cuando me descuentan eso de mi quincena me quedan 6,000 pesos para pagar los gastos del hogar. Veré como puedo llevarme la comida diariamente para así solo coger fiao el desayuno”, agregó Santana.
Pedir un sándwich, huevoburger, Hot Dog o hamburguesa o simplemente comprar pan en un colmado y echarle dentro queso, salami o jamón, ya requerirá de un presupuesto mayor, pues los precios han sido subidos. Y como si se tratara de un plan macabro el precio de los refrescos, maltas jugos y cervezas también se han incrementado.
Extrañamente casi toda la variedad de alimentos cocidos que se venden durante el desayuno en las calles, también se encontraran para cenar, aunque en mayor proporción las frituras, como el bofe, tripitas, vaso, lengua, orejitas y hocicos, que también están más caros.
“Aunque las cosas han aumentado, esto esta tan malo que hemos preferido aumentar solo un poco el precio de los servicios y disminuir un chin la cantidad de comida que damos”, dijo, Juan del Orbe, vendedor de la Zona Universitaria
Como las otras actividades alimenticias el desayuno, almuerzo o cena es más económico y saludable si se realiza en el hogar, pero algunas veces si no hay una planificación previa esto no es posible.

Algunos lugares venden servicios de comidas pequeños y conconadas (concón con habichuelas, una carne y mucha grasa) a 100 pesos.
Aumento
Si los aceites, las carnes, los huevos, la harina de trigo, el azúcar, los embutidos, los recipientes desechables entre otros productos han aumentado sus precios, lo que también afecta los alimentos o productos que se derivados de ellos.
Por Jorge González
jgo.jorgegonzalez@gmail.com