La dimensión de la estafa al programa social Supérate a través de la clonación de las tarjetas va mucho más allá de lo que ha trascendido.
No solo se ha detectado que en dos días colmados de La Victoria realizaron transacciones por más de cuatro millones de pesos, sino que estaciones de gasolina empeñaban sus verifones para la comisión del fraude.
Dice el expediente que dueños de negocios recibieron hasta 1.3 millones de pesos por permitir el uso de los aparatos.
El presidente Luis Abinader ha advertido que irá preso y tendrá que vérselas con el Ministerio Público todo el que robe al pueblo, pero en el caso de la tarjeta Supérate es necesario profundizar más las investigaciones.
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Las autoridades reconocen que el sistema siempre ha sido vulnerable, pero los detalles que se han divulgado apuntan a una red especializada en alta tecnología.