Al decir que ganaron los enemigos al ser suspendido por “mala administración” como arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria da a entender que fue víctima de una conspiración dentro de la Iglesia católica.
Ozoria subrayó que su sorpresa ha sido que el arzobispo coadjutor, Carlos Tomás Morel Diplán, tiene unas facultades especiales exclusivas para el ámbito de la administración del patrimonio diocesano, para cuestiones económicas y financieras, así como para la gestión del clero y del personal eclesiástico.
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Morel Diplán acaba de asumir como obispo de la diócesis Stella Maris, tras ser designado por el papa León XIV coadjutor de Santo Domingo. De no ser por la afirmación de que los enemigos han vencido, lo que se ha prestado a variadas conjeturas, la suspensión de Ozoria no habría adquirido mayor relevancia. Se hubiera visto como una decisión rutinaria dentro de la Iglesia.

