La sociedad dominicana fue convulsionada ayer por el asesinato del doctor Orlando Jorge Mera, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ultimado a balazos en su despacho por un amigo de infancia.
En momentos cuando el auge de delincuencia y criminalidad agobia a la población se produce una tragedia que consterna a la colectividad, como ha sido la muerte de un hombre bueno, servidor público ejemplar, quien con su hoja de vida supo cultivar admiración y respeto de sus conciudadanos.
La Presidencia de la República identificó al homicida de Jorge Mera como Fausto Miguel de Jesús Cruz de la Mota, un amigo personal que pudo penetrar al despacho del funcionario con una pistola con la cual disparó repetidas veces contra su víctima.
Al cometer el crimen, Cruz de la Mota logró evadir la persecución de los custodias del edificio de Medio Ambiente, ubicado en la avenida Luperón, y refugiarse en la iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, en el sector Renacimiento, donde el cura párroco lo entregó al Ministerio Público y a la Policía.
El asesinado ministro era hijo del expresidente Salvador Jorge Blanco y de Asela Mera, ambos fallecidos, quienes también procrearon a Dilia Leticia. Le sobreviven su esposa Patricia Villegas y sus hijos Orlando Salvador y Patricia Victoria, quienes ayer mismo perdonaron al matador de su padre, que siempre los exhortó a no guardar rencor.
La muerte de Orlando Jorge Mera, a los 55 años de edad, consterna aún más porque su asesinato troncha la vida de un laborioso servidor público, defensor de valores democráticos, talentoso jurista, comunicador y abnegado padre.
Por esas extrañas situaciones del destino, un hombre bueno, respetuoso de las ideas y derechos de los suyos y de los adversarios, educado en valores, muere a manos de quien se dice fue su amigo de infancia.
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El Nacional transmite sinceros sentimientos de pesar a la familia Jorge Villegas, por el infausto suceso que ha sido la muerte trágica del doctor Orlando Jorge Mera, con ruego por el descanso eterno para el alma de ese hombre bueno.
