Moscú, 5 de Septiembre (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió este jueves que su país tiene las manos atadas si Ucrania cumple su amenaza de suspender el 1 de enero próximo el tránsito de gas ruso con destino a Europa. “Si Ucrania renuncia a ese tránsito, qué podemos hacer, no podemos obligarlos”, dijo durante su intervención en el plenario del Foro Económico Oriental.
Lamentó que los principales consumidores europeos del gas ruso tampoco quieren obligar a Kiev a renovar el contrato de tránsito que concluye a finales de este año Putin insistió, en alusión a la guerra con Ucrania, que, “por extraño que parezca”, Rusia no renuncia al bombeo de gas a través del país vecino y que el consorcio estatal Gazprom desea cumplir los contratos a largo plazo, pero que para ello el tránsito es una condición indispensable.
Reconoció que, una vez cese el tránsito, los países europeos sufrirán pérdidas, al igual que Gazprom, que apostará por incrementar el consumo interno a través de la gasificación del país.
“La economía de Europa, incluido Alemania, que depende de nuestros recursos energéticos, afronta pruebas muy duras, muchas industrias simplemente están cerrando. Pero esa no es nuestra elección, nosotros estamos dispuestos” a suministrar, dijo. Recordó que Polonia cerró el gasoducto Yamal-Europa y que los alemanes no quieren reabrir el Nord Stream-2, por donde podrían recibir 27.000 millones de metros cúbicos de gas, pero sí están dispuestos a importar gas a través del Turkish Stream.
“No quieren, que no lo hagan (…) Bajo mi punto de vista, esta es una especie de deformación profesional, una esquizofrenia, una tontería sin más”, señaló. Sea como sea, consideró imposible bloquear las exportaciones de hidrocarburos rusos, ya que la extracción ya se encuentra al límite de sus posibilidades a la vista de la demanda del mercado internacional.
“Cogen y lo cierran todo, nuestro petróleo y gas, la economía mundial no aguantaría tal cierre”, advirtió. Putin subrayó que como alternativa Rusia incrementará la exportación de gas a China, pero también a otros países de Asia como Irán y Uzbekistán, que pronto alcanzará los 40 millones de habitantes, y también promoverá el desarrollo de gas licuado.
“Estudiamos otras rutas. Insisto, esto no tiene ninguna relación con los acontecimientos en Ucrania. Esto son simplemente nuestros acuerdos, que fueron alcanzados hace muchos años”, aseveró.EFE