
Cientos de pasajeros llenaron las paradas del transporte público en espera de poder abordar un carro, minibús o autóbús para llegar a sus centros de trabajo.
La provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, como era el pronóstico, no recibieron daños graves por los vientos y lluvias del huracán Fiona, pero anoche se sintieron fuertes ráfagas de viento, se produjeron lluvias ocasionales y moderadas con y tronadas y relámpagos.

Muy contrario al día de ayer, hoy todo era normal. Vías llenas de vehículos, peatones y trabajadores que se dirigían a sus centros de labores, miembros de los ayuntamientos del Gran Santo Domingo que trabajan en la limpieza de calles, cañadas y en la recogida de basura, y los vendedores callejeros que se activaron para su faena diaria.
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También el puente flotante de la avenida sobre el río Ozama, que ayer fue cerrado, hoy estaba abierto para el tránsito.

Temprano en la mañana, el cielo se tornaba gris a causa de la gran nubosidad dejada por Fiona y se producían lloviznas ocasionales con vientos en la zona del malecón más fuertes que lo habitual, los cuales generaban un oleaje irregular.
Como parte del escenario, tras el paso del fenómeno atmosférico, esta mañana se observó a personas en las calles con paraguas para protegerse de las lluvias. En la capital todo ha vuelto a la normalidad.

El río Ozama, como es habitual al paso de tormentas y ciclones por el país, decenas de toneladas de lilas que son arrastradas por sus aguas, que quedan retenidas en el puente flotante, que comunica la capital con Santo Domingo Este por la avenida l Francisco Alberto Caamaño Deño. Un equipo de dragas de la Armada Dominica se observó mientras acumulaba las plantas para retirarlas del afluente del mar Caribe.
