El sonado caso de corrupción denominado Antipulpo, que tiene a un hermano del expresidente Danilo Medina como uno de sus principales protagonistas, vuelve a trillar el sendero de lo mediático, que para algunos constituye un juicio previo, con las acusaciones contra los integrantes de la supuesta red formuladas por los procuradores Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho.

Tras los allanamientos realizados en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y Monseñor Nouel en procura de más evidencias contra los imputados, Reynoso se decantó por declaraciones, sin sustento alguno, sobre el alcance del supuesto entramado.

Aunque todavía no se cuenta con el informe de la Cámara de Cuentas sobre los supuestos sobornos, tráfico de influencia, utilización de compañías no registradas y otras irregularidades que se atribuyen a Alexis Medina y demás imputados, los procuradores, que pidieron ampliar el plazo para ir a juicio, hablan como si contaran con pruebas irrefutables.

Si es así, haría bien presentar por lo menos los nuevos elementos que habrían encontrado en los últimos 20 allanamientos. Por si acaso lo han olvidado cabe recordar que al principio de la investigación en que se detuvo a Medina y demás se habló de que en el escándalo estaban involucradas personas de más envergadura, que todavía no han aparecido.

Reynoso y Camacho han hablado de todo y efectuado nuevos allanamientos, pero los pejes gordos están todavía fuera de las redes.