Sacerdotes de la Arquiódicesis de Santo Domingo en la Misa Crismal de jueves Santo. Jorge González
Con cantos y alabanzas, el Arzobispado de Santo Domingo conmemoró el Jueves Santo, con su tradicional misa crismal en la Catedral Primada de América, en recordación a los últimos momentos de Jesucristo en la Tierra.
El acto religioso, presidido por el arzobispo Francisco Ozoria, contó con la presencia de decenas de feligreses y la totalidad de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Se trata de la fiesta cristiana que abre el Triduo Pascual, periodo durante el cual la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.
En dicho acto, se consagra el Santo Crisma y se bendice los Santos Óleos, que se utilizarán en las celebraciones del año litúrgico. Los Santo Oleos son los aceites que se utilizan para ungir los enfermos y lo que se van a bautizar.
En este día, los católicos recuerdan los acontecimientos de la última cena, el lavatorio de los pies, la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, y la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
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Según narran los evangelios, en la última cena Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse. En ese encuentro fue que anunció que uno de ellos lo traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote.
Durante esa reunión Jesús realizó un lavatorio de pies a todos sus compañeros, un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás.
La historia aparece en el evangelio de San Juan, 13. Los discípulos de Jesús quedaron extrañados con el acto y no terminaban de entender, por lo que él les dijo: “Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros”.
No obstante, el momento más relevante de la Última Cena es el que la Iglesia considera como la institución de la Eucaristía, uno de los siete sacramentos para los católicos.
Con la misa crismal, la Iglesia católica inicia los actos de celebración de los últimos cuatro días de la Semana Santa.
