Las incógnitas en la lucha contra el narcotráfico no impide reconocer que en la actual gestión el criminal negocio ha recibido golpes contundentes en comparación con otros tiempos.

En lo que va de año se han incautado más de 31 toneladas de cocaína y otras drogas, superando las alrededor de 26 toneladas de 2021.

Extraña que a pesar de los duros golpes el narcotráfico no retroceda en la utilización del territorio como trampolín del negocio.

Y plantea interrogantes el hecho de que muchos de los cargamentos se decomisaron antes de llegar a su destino, así como que en los operativos no hayan caído pejes gordos, sino, en la mayoría de los casos, gente de poca monta.

Sin embargo, hay que reconocer que en la gestión de José Manuel Cabrera en la presidencia de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) el narcotráfico ha sufrido duros reveses.

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Y los escándalos en una operación tan delicada y tentadora han sido mínimos o inexistentes. Hoy puede hablarse de un antes y un después en la batalla contra las drogas. Todavía se haya colado uno que otro cargamento las incautaciones representan una cuantiosa pérdida para el narcotráfico.