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Brillo musical de Billo Frómeta

Brillo musical de Billo Frómeta

El arte creativo dominicano marca la brillantez en partituras del alma musical quisqueyano. Su éxito y legada maestría, compositor, instrumentista y director orquestal con impresiones permanentes en la espiritualidad de la buena música popular y clásica.

Luis María Frómeta Pereira, naturalizado venezolano. En 1940 fundó la orquesta Billo’s Caracas Boys.

Junto a sus padres y hermanos, vivió en San Francisco de Macorís, República Dominicana donde inició sus estudios de música, materia de pénsum en la escuela primaria.

Aprendió teoría y solfeo con el profesor Sixto Brea, armonía y composición con el profesor Rafael Pimentel, además de saxofón y clarinete con el profesor Oguis Negrete.

A los quince años fue fundador y primer director, con el grado de capitán, de la Banda del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, circunstancia que le ayudó a ampliar sus conocimientos de música.

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Posteriormente, fue miembro fundador de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo.

En 1933 se traslada a la capital, imparte clases de guitarra a domicilio, realiza arreglos musicales para pequeños conjuntos.

La reunión de Freddy Coronado, Francisco Damirón, José Ernesto Chapuseaux y Billo Frómeta, dio como resultado la formación de una orquesta de baile denominada Santo Domingo Jazz Band, la cual fue dirigida por Damirón al principio y luego por Billo, cuando el primero se mudó a Puerto Rico.

En sus inicios Billo estudió medicina en la Universidad de Santo Domingo, y, aún así, disponía tiempo para interpretar y tocar en compañía de otros aspirantes en el arte musical.

Llegó a Venezuela el 31 de diciembre del 1937, para tocar en el Roof Garden, local de baile en Caracas, en el centro de la ciudad. Los hermanos Sabal, empresarios y dueños del local, decidieron cambiar a último momento el nombre de la orquesta, por el de Billo’s Happy Boys sin notificar a Billo Frómeta.

Al saber el representante diplomático de República Dominicana acreditado en Caracas de este cambio de nombre, hubo protestas en República Dominicana, porque no era mencionada la capital de aquel país.

Este inconveniente, y el hecho de Dominicana bajo la satrapía de Rafael Leónidas Trujillo Molina y la prórroga consecutiva del contrato, obligaron a los integrantes de la orquesta a permanecer en Caracas, con un exiguo sueldo. Sin embargo, ello motivó a la agrupación a permanecer en Venezuela, adquiriendo cada día mayor raigambre en el placer del público.

En 1939, Billo Frómeta estuvo afectado de salud, de tal manera, sus médicos consideraron imposible salvarlo. No obstante, logró recuperarse y continuó su trabajo orquestal.

En agosto de 1940, Billo reagrupa su orquesta y le cambia el nombre a Billo’s Caracas Boys, nombre que aún mantiene y colocado en honor a la ciudad donde residiría hasta el final de sus días. Muchísimos músicos y cantantes pasaron por esta orquesta, destacando entre ellos el cubano Manolo Monterrey y los venezolanos Rafa Galindo, Miguel Briceño y Víctor Pérez.

En 1955, la filial venezolana de General Electric, patrocinador principal del espacio radial de Billo Frómeta, acuerda con el músico producir uno de los primeros discos de larga duración grabado en Venezuela, dirigiendo una orquesta conformada con músicos de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, que respaldaban a la pianista y compositora María Luisa Escobar y al vocalista Marco Tulio Maristany, con la actuación del conjunto de música llanera del compositor y músico venezolano Vicente Flores.

Este disco, titulado Concierto venezolano, no fue editado comercialmente pues la empresa lo ofreció como regalo de Navidad a sus empleados, y fue el primer trabajo de Billo en este formato.

Ese año, se convierte en uno de los fundadores de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, junto a Luis Alfonzo Larrain y Manolo Monterrey.

En 1963, al renunciar a su contrato discográfico, decide iniciarse como empresario del área, con su sello Fonograma. Durante la etapa con esta disquera, se destacan como vocalistas en la orquesta, además, de los ya mencionados: Guillermo “Memo” Morales, José Luis Rodríguez “El Puma”, Rafael Araque, Humberto Zárraga y Nelson Henríquez.

Billo Frómeta con su espíritu dominicanista cerró una página importante en la historia musical venezolana, por cuanto su orquesta animó el espíritu nacional y le enseñó a querer no solo a la música nativa, sino también otros ritmos como la cumbia, el bolero y el merengue originario de su amado país.

La crítica especializada consideró a Luis María Frómeta Pereira como músico de nacimiento, intuitivo en el sentido de que aún con sus muchos años de aprendizaje teórico y la constante práctica y ensayo, llevaba el sentido melódico y rítmico, igualmente, era observador de la idiosincrasia popular, la que siempre supo captar en sus diversas composiciones dedicadas a República Dominicana y Venezuela, y, sobre todo, a la ciudad de Caracas, donde residió hasta el final de sus días.

El autor es periodista, politólogo, analista social.

Por: Maguá Moquete Paredes
maguamoqueteparedes@gmail.com

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