Santo Domingo.- El diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Carlos Sánchez, es definido como un padre ejemplar, dedicado siempre a su familia, pero también a la protección de los recursos naturales.
El doctor Sánchez nació en Azua de Compostela, hijo del comerciante Fidel Sánchez y Mirella Solimán.
Desde joven se vínculo al movimiento cultural y estudiantil de su provincia. Se graduó de Médico en 1987, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Su primer trabajo lo realizó junto al maestro de la medicina dominicana, doctor Hugo Mendoza, en el Centro Nacional de Investigación en Salud Materno Infantil.
Ha dedicado gran parte de su vida a su familia, y está casado con Rosa Ventura, con quien procreó a Luisanna, Sabrina y Ashley Sánchez.
«Tengo tres hijas, ya casadas, pero siempre nos mantenemos en contacto, porque formamos una gran familia», aseguró el galeno, quien abogó por un fortalecimiento del plano familiar, para poder enfrentar los problemas sociales que afectan al país.
Desde el 2020 es diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), donde ha desarrollado una intensa labor en favor de la salud y el medio ambiente.
Como presidente de la Comisión de Salud y Seguridad Social del Parlacen, impulsó una propuesta de ley sobre salud mental, para los países de Centroamérica y República Dominicana.
El ambientalista es, además, el fundador de la Mesa del Agua, con sede en el municipio San Antonio de Guerra, entidad que tiene como objetivo defender los recursos naturales.
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Impulsó en el país la aprobación del Tratado de Escazú, firmado en Costa Rica (2021) por representantes de 24 naciones, el cual tiene como objetivo promover la protección de los recursos naturales.
Además, el médico epidemiólogo es dirigente del partido Alianza por la Democracia (APD).
Su familia entiende que Sánchez también debe dedicar tiempo a la protección del medioambiente, como ha hecho en el caso de los humedales de San Antonio de Guerra.
«Ya tenemos ocho años trabajando con este proyecto, porque creemos que es una necesidad proteger los recursos naturales, principalmente los humedales de Guerra», dijo el ambientalista.
Sin embargo, Sánchez no descuida a su familia, a la cual dedica siempre tiempo, según afirmó durante una entrevista con El Nacional.
Según narra, su lucha por la preservación de los humedales de Guerra es muy importante, no solo para los residentes de esa localidad, sino para los habitantes de la provincia Santo Domingo.
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«Allí existen unos 200 humedales activos, es decir, los que no se secan, más los que resurgen en tiempo de lluvia. Estos humedales se han contabilizado mediante estudios, que incluye el uso de satélite, y hemos registrado, además, ríos subterráneos que abastecen de agua a más de un millón de personas en la provincia Santo Domingo», afirmó.
Estos ríos nacen en la Loma los Haitises, en Monte Plata, y desde allí hacen un recorrido hasta desembocar en el mar Caribe.
Si desaparecen estos afluentes, los residentes en Santo Domingo no tendrían el agua que les llega a través de tuberías, desde acueductos ubicados en la zona.