Salud

Cirugía reconstructiva como parte integral del tratamiento oncológico

Cirugía reconstructiva como parte integral del tratamiento oncológico

Foto ilustrativa

Santo Domingo.- El concepto de reconstruir hace alusión a reparar, o volver a restaurar algo que ha sido dañado, lesionado, deteriorado o destruido.

Así mismo, la cirugía reconstructiva es una especialización de la medicina, encargada de reconstruir o reparar áreas del cuerpo humano que han sido dañadas, ya sea por traumatismos, quemadura, cáncer, etc., al igual que mejorar el aspecto y/o corregir anomalías o malformaciones congénitas.

Una de las malformaciones congénitas más frecuentemente reparada por los cirujanos reconstructivos  es la de labio y paladar hendidos.

Lo importante es recuperar la función y la forma del órgano afectado, siendo la estética parte secundaria del proceso. 

La cirugía reconstructiva es parte de la cirugía plástica, la cual se divide en estética y reparadora. La reparadora o reconstructiva, como habíamos dicho en el párrafo anterior, es la que se encarga de tratar o curar las quemaduras de piel, accidentes con traumatismos faciales o perdida de tejidos en cualquier parte del cuerpo, y luego de tumores o cánceres, ya sean de piel y sus tegumentos, o mamarios.

No dejan de tener  importancia las reconstrucciones hechas en ciertas malformaciones congénitas, como la hipospadia o la epispadia (inserción inadecuada de la uretra en los niños varones), anomalías cráneo-faciales, onfaloceles (defecto del cierre de la pared abdominal), entre muchas otras.

El campo del cirujano reparador es sumamente amplio, y a diferencia de otras especialidades quirúrgicas, no puede ser organizada alrededor de un órgano en específico.

 Se podría decir que la piel y los tegumentos (tejido celular subcutáneo, grasa) son los órganos diana del cirujano plástico.

El cirujano reconstructivo tiene injerencia con varias especialidades médicas, ya que siempre será un aliado a la hora de tener que reconstruir, cerrar algún defecto, ayudar a, curar alguna herida o ulcera crónica, dar cobertura en traumas, etc.

Por lo antes dicho es que al cirujano reparador le denominan thefinisher, es decir, el que termina el procedimiento quirúrgico.

Entre las especialidades que más se auxilian de los cirujanos reconstructivos están: la cirugía oncológica, la neurocirugía, la ortopedia, la cirugía maxilo-facial, la otorrinolaringología, la cirugía pediátrica, la cirugia vascular y la cirugía general.

En el ámbito oncológico, el cirujano reconstructivo deberá participar en todos aquellos casos de extirpación de grandes cantidades de tejidos, donde el cierre no se pueda hacer de manera directa, sin importar la localización del defecto.

Necesariamente debe auxiliarse para el cierre de los defectos de colgajos locales, regionales, a distancia o microquirúrgicos, o cierre secundario o diferido con curas periódicas con apósitos especiales para este fin o con la efectiva terapia VAC.

El injerto de piel es otra gran herramienta para el cierre de defectos de manera inmediata con el injerto de espesor total, o tardía con el injerto de espesor parcial.

Hay ciertas condiciones de salud que influencian en el éxito o fracaso de la reconstrucción, en sus diferentes opciones, tales como: la diabetes mellitus, las enfermedades vasculares periféricas, la hipertensión, la obesidad, desordenes hematológicos (como la falcemia, anemias, etc…), la inmunosupresión, la disfunción pulmonar y/o cardíaca, el uso del tabaco crónico o la hooka, la hipotermia, trastornos psiquiátricos, la malnutrición (por la hipoproteinemia, deficiencia de vitaminas, zinc, entre otras), enfermedades renales,  etc.

En el cáncer coexisten varios de estos factores de riesgo, como la inmunosupresión, anemia, daño irreversible de las radioterapias y las quimioterapias, entre otras.

Dentro de la cirugía reparadora existe una importante subespecialidad, la de reconstrucción mamaria por cáncer, la cual abarca una extensa gama de procedimientos y herramientas para lograr reconstruir esa importante parte de la constitución femenina, sus senos, sello indeleble de su sexualidad y su autoestima.

No cabe dudas de que el cáncer de mama ha aumentado su incidencia en mujeres jóvenes, sexualmente activas y constituye un crimen dejarlas amputadas, deteriorando, no solo su cuerpo, sino también su psiquis.

Existe lo que se conoce como la escalera reconstructiva, que organiza las soluciones reconstructivas en base a su complejidad, yendo de lo más simple a lo más complejo a la hora de reconstruir un órgano o defecto.

En primer lugar se ubica la cicatrización por segunda intención, luego el cierre directo o primario, seguido por el injerto de piel.

Luego le siguen los colgajos locales, los colgajos regionales, los colgajos a distancia, la transferencia libre de tejidos (colgajos microquirúrgicos), y por último, más modernamente se han incluido las pieles sintéticas o artificiales.

Las cirugías reconstructivas generalmente no se logran en un solo tiempo quirúrgico, sino que se realiza por etapas, lo que conlleva  mucha paciencia por parte del paciente, y mucha prudencia por parte del cirujano.

Sin lugar  a dudas, la cirugía reconstructiva juega un rol muy importante en el manejo de cualquier lesión, injuria o defecto, siendo el campo oncológico uno de los más utilizados, y que marca la diferencia a la hora del tratamiento integral de esta especialidad médica.

Devolver lo mejor posible el aspecto y la funcionalidad de una parte del cuerpo aquejado de cáncer, no solo influye en el aspecto físico, sino también, y más relevante, en el aspecto psicológico del paciente en cuestión.

 Aunque sigue siendo  un gran reto tratar de devolverle la función y la forma a un órgano lesionado, llena de mucha satisfacción y beneplácito observar la cara de alegría de los pacientes que son reconstruidos, y escuchar de ellos y de sus seres queridos,  palabras sinceras y emotivas de agradecimiento.

La reconstrucción viene siendo un aliciente para poder batallar con esta terrible enfermedad, el cáncer.

El Nacional

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