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Citan consecuencia violentar DR-Cafta

Citan consecuencia violentar DR-Cafta

Ven país puede acudir a la OMC para tratar controversia relacionada con el arroz.

Si el Gobierno dominicano toma medidas unilaterales para proteger a los productores nacionales de arroz, estaría violando el Acuerdo de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana, debido a lo cual el país podría recibir serias sanciones, de acuerdo a un grupo de expertos en el tema.

Los planteamientos fueron externados por Iván de Jesús García, presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes; Haivanjoe NG Cortiñas, exsuperintendente de Bancos; Rafael Espinal, coordinador de la Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo y Apolinar Veloz, exgerente del Banco Central.

Veloz
A afirmó que los gobiernos dominicanos se acostumbraron a firmar acuerdos comerciales que implican trabajar para mejorar procesos productivos, con la creencia de que el subdesarrollo y la pobreza se tomarán siempre en cuenta para conseguir un tratamiento preferencial.

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Dijo que la de Abinader, pareciera “ser una posición nacionalista, pero se trata del incumplimiento de un tratado comercial en el que el país nunca debió firmar. Porque la producción nacional opera con grandes deficiencias con las que se hace imposible competir en los mercados internacionales, especialmente con países que aplican avances tecnológicos que el país no posee”.

Estimó que “si el Gobierno no cumple con sus compromisos internacionales dañaría la imagen del Gobierno y podría ser objeto de sanciones. Hubiera sido más inteligente que el Presidente fuera más comedido y tratar de resolver este conflicto con una renegociación”.

De Jesús
El presidente de la FDC dijo que la importación por el DR- CAFTA “es de menos de 500 mil quintales de arroz anualmente”, y que “el costo del arroz en Estados Unidos en estos momentos nos sale casi a 24 pesos la libra, por lo cual , somos competitivos con respecto a Estados Unidos”.

Dijo que localmente “a nivel mayorista compramos en las factorías de arroz el saco de 125 libras a 2,750 pesos, o sea, 22 pesos la libra”.

Afirmó que “el DR-CAFTA es una ley aprobada por ambos congresos, por lo cual, es difícil que el congreso norteamericano modifique ese acuerdo. El mecanismo para continuar apoyando la producción nacional es continuar con los subsidios directos a los productores nacionales”.

Espinal
El director de la Escuela de Economía de Intec consideró que “hay muchas formas de apoyar a los productores locales”.
“Una forma es mediante subsidios, como hacen los propios Estados Unidos. Otra manera es elevando el caso ante la OMC para presentar una demanda de practicas desleales de comercio por los subsidios que ofrece EU a sus productores”, dijo.

Aunque estimó que “todavía hay posibilidad de que EEUU decida hacer un waiver unilaterl (renuncia unilateral) que extienda el periodo de desgravación, manteniendo la protección por otros cinco años”.

Haivanjoe
El exsuperintendente de Bancos afirmó que “el tema de la protección a los productores de arroz no debe ser tratado unilateralmente por razones de campaña política, en razón de que el tratado DR-CAFTA, se basa en el derecho económico internacional, los cuales se fundamentan en los principios que rigen el comercio mundial, establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC)”.

“Lo que implica, que dado que el DR-CAFTA es un acuerdo multilateral con aspectos bilaterales entre RD y USA, todas las particularidades deben abordarse considerando las reglas y no con poses populistas”, dijo.
Afirmó que los TLC crean reglas, derechos y obligaciones que deben ser cumplidos, para lo cual en el caso del arroz, el país puede acudir a la Ley 489-08 sobre Arbitraje Comercial.

UN APUNTE

Consecuencias

Ng Cortiñas dijo que actuar unilateralmente puede ocasionarle más mal que bien a la economía dominicana, a sus productores y consumidores, por ser los EEUU nuestro principal socio comercial y aliado y, además, país clave en el tratado comercial DR-CAFTA. Las consecuencias económicas y de reputación serían mayores que presentarse como simples defensores de los productores de arroz, especialmente, cuando el país no se preparó para algo que era contractual.