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Como cada Domingo

Como cada Domingo

José Rafael Sosa

¿Cuál Navidad?

El 25 de diciembre próximo es el Día de la Navidad.  Es una fecha fundamental para el creyente cristiano, pero he aquí que nos estamos equivocando en la forma de conmemorar el nacimiento de Jesús.

Pensamos que celebrar es beber y beber mucho es la manera adecuada de recordar ese nacimiento.

Pensamos que celebrar la natividad es consagrar un Código Penal que involuciona en el respeto a la integridad de la niñez y las mujeres, a los que no se les preserva de la violencia y la violación respectivamente.

Celebraremos en el pensamiento de que consumir de todo y para todo, es la clave. La clave está errada.

La gente pide “Su Navidad” y resulta que se refiere a un motivo que no es el nacimiento de Jesús.

Y mire que ciertamente nos hace falta que Jesús renazca en nuestros corazones.

Debemos cultivar otra forma de celebrar la Navidad. Es más que espaguetis con teleras y pollo o cerdos mechados, o ponches, o dulcitos de colores, o desenfreno, tráfico intenso y caótico con cada conductor pensando solo en su propia prisa.

Acudir a un nuevo nacimiento de Jesús, no nacido un 25 de diciembre, es renacer en nosotros, es revertir nuestro ideario, nuestra actitud de servicio.

Diciembre es un mes más, tal cual los otros meses.

Depende de cada uno de nosotros lograr un renacimiento en la alegría y la fe, en la postura de servicio, de amar al resto de la humanidad.

Renacer en el amor verdadero no es cuestión de pastelitos y puercos en puya. No es malo disfrutar. Ni es malo comer bien, pero hay tanta gente que no podrá hacerlo, que bien valdrá pensar y actuar a favor de esa gente. Esa sería una forma adecuada de nacer en Jesús. Y de darnos la Navidad que nos merecemos: la del amor compromisario.