Tras el bombardeo que mató a casi 500 personas en un hospital de Gaza, de los que se acusa a Israel, el presidente estadounidense Joe Biden anunció que se permitirá un corredor humanitario desde Egipto de medicamentos y alimentos a los residentes en la franja.

Aunque la decisión era clamada por varios países se ha criticado el interés de Biden de exculpar a Israel del ataque al atribuirlo a un cohete fuera de control lanzado por grupos terroristas.

El bombardeo concuerda con las amenazas del presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, de borrar la zona del mapa para exterminar a los terroristas del grupo Hamás. Netanyahu estaba negado, hasta la llegada de Biden a todo tipo de opción humanitaria para los palestinos residentes en Gaza.

El genocidio, que Israel atribuye a Hamás, ha servido de base para que Biden trate de bajar la ira con el corredor humanitario anunciado tras visita relámpago a Tel Aviv.

Antes el mandatario estadounidense había garantizado a Netanyahu que no estaba solo en la batalla contra Hamás. Por la violencia que ha desplegado Israel ha pasado de víctima a victimario en su derecho a la seguridad.