El proyecto de ley de la JCE para regular las candidaturas independientes tiene que ser bien estudiado para facilitar que los aspirantes a cargos electivos al margen de los partidos puedan competir en igualdad de condiciones.

Requisitos como el del dos por ciento del padrón electoral para sustentar una candidatura nacional, provincial o municipal no plantean mayores inconvenientes. El meollo estaría en privar a los postulantes de recursos, como contempla el proyecto de la JCE, que se ofrecen a los partidos políticos para financiar sus campañas proselitistas.

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Se trata de un aspecto que los congresistas tendrán que sopesar con la mayor mesura para evitar discriminaciones o crear privilegios a favor de los candidatos de los partidos. Las candidaturas independientes son normales en muchas democracias.

Con excepción del PRM, los partidos de oposición y otros han rechazado la sentencia del Tribunal Constitucional en torno a las candidaturas independientes. Los congresistas tienen tiempo más que suficiente para evacuar una ley que posibilite las aspiraciones electorales de ciudadanos que no se consideran representados por los partidos políticos.